Las calas más bonitas para visitar en Castellón durante el agosto

Con la llegada de las vacaciones, uno de los destinos por excelencia es la Comunidad Valenciana, gracias a sus numerosas playas, que cada año reciben un gran número de banderas azules por la calidad de sus aguas y zonas de baño. Las calas son una excelente opción para alejarse del ruido, y disfrutar de una tarde de sol y agua con -un poco- más de intimidad. Castellón cuenta con una gran oferta en este sentido, concentrada en su mayoría en la zona norte de la provincia. 

Ubicada en una zona protegida de la Costa del Azahar, la playa de la Cala del Moro tiene una extensión de más de 40 metros de largo por 10 metros de ancho. Su oleaje moderado y su buena temperatura resultan idóneos para el baño. Las mareas cambian la fisonomía de la cala mostrando o tapando sus rocas y aumentando y disminuyendo el espacio para solarium. Pese a su difícil acceso, en temporada alta es complicado encontrar hueco por sus reducidas dimensiones.

Una pequeña cala dentro del área del Parque Natural de la Sierra de Irta, considerada también como playa natural o vírgen, de arena fina y cantos rodados, de difícil acceso y están delimitadas tanto al norte como al sur por zonas de rocas.

Por último, también en Alcossebre se puede disfrutar de otra playa natural, como es la Cala Blanca. Se trata de una pequeña cala de unos 30 metros de longitud y unos 10 metro de anchura, de arena fina y cantos rodados, de difícil acceso, y situada en un paraje natural no urbanizado. 

Si algo distingue a la zona norte de Castelló son sus playas rocosas, y en Benicàssim destaca la conocida 'Renegà', un lugar de difícil acceso en vehículo pero con cientos de metros de playas rocosas disponibles, lugares de buceo y, en general, el paisaje perfecto para pasar la tarde. Eso sí, poco a poco ha ido ganando más visitantes, por lo que se recomienda acudir pronto para poder disfrutar mucho más. 

Volvemos al norte para hablar de la Cala Foradada en Vinaròs, que está rodeada por una zona residencial. Destaca por la forma de sus acantilados, de ahí su nombre. Es ideal para el submarinismo y un baño relajado.

Por destacar una de esas calas que se encuentran entre las privilegiadas poblaciones citadas por su pesca, la Cala Pebret tiene 280 metros, siendo la más extensa de las aquí comentadas. Es una de las calas que rematan la depresión tras la Sierra de Irta, una de las joyas menos urbanizadas de la Comunitat en su proximidad al Mediterráneo. Es una cala muy accesible y familiar, ideal para llegar a ella y descubrir el entorno en bici.

Se trata de una pequeña cala, prácticamente la prolongación sur de la Playa de la Concha, separadas de la misma por un pequeño saliente rocoso que le confiere el encanto de cierta privacidad natural y cerrada al sur por el cerro de Orpesa la Vella.