“De este caudal, equivalente a unas 62.378 piscinas olímpicas, más de 53 millones de metros cúbicos corresponden a aguas residuales, de las que se han extraído un total de 270 toneladas de residuos orgánicos, siendo el resto procedente de la impulsión de aguas pluviales”, ha explicado la concejala delegada del Ciclo Integral del Agua, Mª Àngels Ramón-Llin.
Por lo que respecta a las instalaciones de bombeo ubicadas en los túneles y pasos inferiores, durante este mismo periodo se han impulsado más de 1,5 metros cúbicos hacia la red de colectores, de los cuales 125.419 metros cúbicos corresponden a aguas pluviales y el resto, en torno a 1.360.000 metros cúbicos, proceden de aguas freáticas.
Para la concejala Ramón-Llin “estas cifras son fruto del funcionamiento ininterrumpido que llevan a cabo las estaciones de bombeo durante las 24 horas del día, todos los días del año, con el fin de asegurar en todo momento una correcta evacuación y drenaje tanto de las aguas pluviales como residuales”.
Así, la Concejala ha explicado que la importancia de las estaciones de bombeo radica en que “aseguran el correcto drenaje de las aguas en determinados puntos estratégicos de la ciudad, normalmente zonas de nivel más bajo, en las que el agua no tiene salida a los cauces naturales por gravedad, evitando por tanto las inundaciones”.
Asimismo, son un elemento esencial para encauzar las aguas en episodios de lluvia. En concreto, durante el año pasado, del total del agua impulsada, cerca de 23 millones de metros cúbicos correspondieron a aguas pluviales.
Entre otras, el Ayuntamiento de Valencia cuenta con un total de nueve grandes estaciones de bombeo, ubicadas en puntos estratégicos de la red de saneamiento, como entre otros, los barrios de Nazaret, Cabanyal y Malvarrosa, para optimizar el drenaje y conducción del agua que discurre por la red de alcantarillado, que se suman a las más de 18 estaciones ubicadas en el interior de túneles y pasos inferiores.