Desgraciadamente ,estamos
viendo el bajo compromiso de las grandes empresas con el futuro del
país, como demuestra las conclusiones del informe "España
2018" presentado hoy por el Consejo Empresarial para la
Competitividad, y que tras una lectura rapida podemos señalar que
difícilmente se alcanzará el proclamado objetivo de creación de
empleos con las políticas empresariales de muchas de estas empresas,
que han realizado grandes ajustes de empleo y aportan poco al
sostenimiento del Estado y los servicios públicos.
Pienso, que, como ha declarado
el Presidente de Telefónica, es posible alcanzar una tasa de
desempleo del 10,4% o incluso inferior en 2018, pero que este
objetivo prioritario difícilmente se alcanzará con el bajo
compromiso de las grandes corporaciones con la sociedad española y
con la política económica de recorte del gasto público y la bajada
indiscriminada de impuestos, llevados a cabo por el actual
Gobierno.
El escaso compromiso de las
empresas que forman parte del Consejo Empresarial para la
Competitividad, se constata en la fuerte reducción del empleo que ha
realizado alguna de ellas aprovechando la crisis. Telefónica España,
por ejemplo, redujo su plantilla un 22% en 2012 echando a 10.000
trabajadores a la calle.
Las grandes empresas, asimismo,
aportan poco al sostenimiento del Estado y los servicios públicos,
pues pagan tipos efectivos testimoniales en el Impuesto de Sociedades
y son las pequeñas y medianas las que asumen una mayor carga
relativa. Sus consejos de administración están trufados de ex
presidentes del Gobierno y ex ministros que, después de desempeñar
importantes responsabilidades públicas, pasan a defender intereses
privados que no coinciden con los del país.
La privatización
y posterior vaciamiento de Endesa es un claro ejemplo del escaso
compromiso de las grandes empresas y de los políticos que acaban
formando parte de ellas, con el futuro del país.
A
esto se suma la política de debilitamiento del sector público que
lleva a cabo el Gobierno del PP, que en su Programa de Estabilidad
2014-2017 aboga por un Estado cada vez más pequeño, a pesar de que
su tamaño es reducido cuando se compara con la media europea. Un
Estado fuerte es el único que puede salvaguardar a trabajadores y
consumidores de los abusos de las grandes corporaciones y conseguir,
a través de agencias independientes, con recursos y poder
sancionador efectivo, que la competencia opere en los mercados
oligopolizados donde suelen operar las grandes empresas.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia