Una imagen tomada ayer por un usuario a través de su teléfono móvil.
Atascos ayer a las 14.30 horas en la autovía antes de la salida del C. C. El Manar.
El infierno de los atascos ha vuelto a la autovía V-21. Ayer, sin ir más lejos, se producían varios kilómetros de retenciones en las horas punta debido al estrechamiento de dos a un carril a la altura de La Pobla de Farnals en sentido Valencia.
Pero esta circunstancia no es nueva. De hecho, los conductores que utilizan la V-21 habitualmente han sufrido en los últimos años continuas retenciones kilométricas entre Puçol y La Pobla de Farnals en ambos sentidos. El motivo, las obras de ampliación a tres carriles que está sufriendo esta carretera, que une la capital valenciana con la A-7 a la altura de Sagunto y que atraviesa distintos municipios de l'Horta Nord de forma paralela a la playa.
Los trabajos llevan varios año de retraso por distintas circunstancias, las últimas por los problemas en el pago por parte del Ministerio de Fomento a las constructoras adjudicatarias. Unos trabajos fundamentales para agilizar el tránsito por esta carretera que desde Valencia atraviesa los términos municipales de Alboraia, La Pobla de Farnals, El Puig, Albuixech, Puçol hasta enlazar con un nudo de comunicaciones en Sagunto, como la Autovía de Sagunto-Somport o la A-7.
La inversión ha ascendido a 31 millones de euros, para ampliar una longitud de 15 kilómetros a tres carriles por sentido. El desplazamiento de la calzada permitirá unir con el ramal de incorporación proveniente de la V-23. Además, se están remodelando los enlaces de Puçol, La Pobla de Farnals o el de Alboraia, este último de especial importancia por el enorme tránsito de vehículos que recibe a diario por la urbanización Port Saplaya y el centro comercial Alcampo.
Conexión con la Ronda Norte
Las retenciones han provocado enormes molestias en los últimos años, no sólo en la ampliación a tres carriles desde Puçol al Barranco del Carraixet, en Alboraia, sino también por las obras de conexión de la Ronda Norte de Valencia con la Autovía V-21, un proyecto que fue redactado en 1997 pero que no comenzó a ejecutarse hasta principios de 2005.
Este proyecto fue adjudicado en 2003 por 15,9 millones de euros y de dos fases pasó a desarrollarse finalmente en siete, con un coste de más de 23 millones de euros. Este ha transformado una entrada a Valencia, por la playa, en la que era habitual que hubiesen retenciones. Con la puesta en marcha del túnel y la conexión con la Ronda Norte, se eliminó uno de los puntos negros más destacados del 'cap i casal'.
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