María José Carrera. Nadie
lo quería… pero aquí estamos. La realidad que nos toca vivir es
cruel por múltiples motivos. El primero, y más importante, porque
sesga con extrema crueldad la vida de seres queridos casi sin poder
despedirnos de ello. El segundo por la cicatriz social y económica
que puede dejar si no somos capaces de salir unidos tanto en la
intimidad individual del hogar como en la colectiva de las
administraciones y la esfera política.
Hay
tantos argumentos para lamentar los días grises a los que
desgraciadamente nos acostumbrando que hoy no voy a escribir de lo
que ya saben, no voy a contarles nada que no sepan y que todos
lamentemos. Mañana será el día en el que nos demos abrazos y
lamamos nuestras heridas porque hoy nos toca aprender las lecciones
que esta pandemia nos deja en triste herencia.
Son
muchas y cada uno debe hacer un ejercicio de introspección, para
salir adelante y reforzado en sus convicciones humanas y
profesionales. Por qué sí, hubiéramos preferido asimilar el
teletrabajo y la formación a distancia en un escenario diferente:
con libertad de elección, huyendo de las urgencias que nunca son
buena compañía de viaje y, por supuesto, con una infraestructura
consolidada.
Como
sociedad deberemos preguntarnos por qué no fuimos capaces de haber
respondido eficazmente a los retos laborales que una enfermedad nos
ha impuesto. Nosotros ya avanzamos en nuestro programa electoral la
voluntad de apostar por la digitalización porque consideramos que
una ciudad avanzada es aquella en la que sus empresas y profesionales
están capacitados para los retos de la globalización y
digitalización.
En
un mundo sin límites horarios ni barreras geográficas, el mundo
digital es la llave que abre la viabilidad de negocios, es el
escaparate a nuevas ideas y, desde luego, es el aula donde formarse y
reciclarse profesionalmente. En Promoción Económica e Industrial lo
tuvimos claro desde el minuto 0 de esta crisis y, como la judoka que
aprovecha la fuerza del rival para tumbarla, intentamos servirnos de
los recursos existentes para crear una amplia oferta formativa.
Cursos
destinados a mejorar laboralmente, pensados para adquirir
competencias en temas actuales como el marketing o las redes
sociales, pero también diseñamos acciones de inglés para el
público en general, el avanzado y el específico del sector
terciario para conseguir profesionales capacitados en un pilar clave
de nuestra economía local.
También
elaboramos tres actuaciones que se pueden hacer por separado o
conjuntamente para crear un itinerario con el que fomentar el
emprendedurismo y conseguir allanar la senda cuando volvamos a
caminar libremente. Será difícil, pero las herramientas las van a
disponer y no podemos olvidar la enseñanza que estos días estamos
aprendiendo. Vivimos en un entorno digital, como administración
debemos saberlo y poner mecanismos eficientes para rentabilizarlo,
pero como ciudadanas y ciudadanos debemos asumirlo y abrazarlo para
ser más competentes.
Lo
digital no es un eslogan ni una pasajera; los nuevos modos de trabajo
están en una videollamada, en el marketing online o en modos
cooperativos de compartir la información y para todo ello debemos
avanzar con la convicción de su necesidad para ser mejores.
Seguro
que hemos cometido errores y podíamos hacer más de lo que estamos
haciendo, pero créanme que el equipo humano que compone Promoción
Económica e Industrial no ha dejado de trabajar, de formular
propuestas y dar respuestas a los problemas que surgen estas semanas.
Volverán a haber días malos, aparecerán nuevos obstáculos, pero
nuestro compromiso es adaptarnos y dar soluciones para que de esta
crisis salgamos reforzados como personas y sociedad.
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