Leire Pajín, en una comparecencia.
Leire Pajín, la de la conjunción de los astros, la de los ‘morritos’ –en palabras sexistas y desacertadas del alcalde de Valladolid- ha recibido la típica patada hacia arriba con la que partidos políticos y empresas ‘premian’ a los que trabajan poco o mal u ocupan puestos ya amortizados. De la secretaría general del PSOE, a la que llegó vía enchufe, por la amistad de sus padres con José Luis Rodríguez Zapatero, a ministra de Sanidad y Bienestar Social (por cierto, analizando históricamente los máximos responsables de la salud, ¿es que cualquiera vale para el cargo?).
Pajín tiene un extenso currículum político, que no profesional, porque la fortuna quiso que estuviera cerca de Zapatero cuando éste fue elegido secretario general del PSOE, contra pronóstico, en el 35º Congreso Federal que debía haber ganado José Bono. Ha sido diputada por Alicante –en Benidorm sus padres encabezan uno de los clanes familiares del socialismo local-, secretaria de Estado de Cooperación Internacional y, desde hace unos meses, senadora del PSOE por la Comunitat Valenciana.
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Pero si por algo ha destacado Leire Pajín ha sido por su más que notoria torpeza e incompetencia al frente de la secretaría de Organización, hasta tal punto que ha durado en el cargo poco más de dos años.
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Pajín deja el puesto que ocuparon antes con desbordante inteligencia personajes de altura política como Alfonso Guerra, Ciprià Císcar y José Blanco. En su propio partido no eran pocos los que se hacían cruces con Leire. Conozco a muchos alcaldes, concejales, diputados y militantes socialistas que esperaban este momento, aunque habrían preferido que la patada hubiese sido como la que le han dado a María Teresa Fernández de la Vega.
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A Leire Pajín apenas nadie la conocía. ‘Esa chiquita joven que da ruedas de prensa leídas o aprendidas de memoria’. Hasta que llegó la frase ya mítica referida a la coincidencia en el tiempo de las presidencias de Estados Unidos y el gobierno de turno de la Unión Europea por Barack Obama y Zapatero, respectivamente.
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¿La recuerdan? España, el planeta entero, enmudeció al escucharla: ''Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE''. Un ejemplo de frase rimbombante que, no por ser pronunciada con solemnidad, es menos absurda.
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El ridículo aquí fue mayúsculo, pero no había que rastrear mucho el planeta para encontrar su actuación moralmente más reprochable: la moción de censura de los socialistas contra el alcalde popular de Benidorm con un tránsfuga del PP. En la capital de La Marina Baja el clan familiar de los Pajín -José María Pajín, ex secretario local, y Maite Iraola, concejala- promovieron la caída del gobierno popular saltándose a la torera el pacto antitransfuguismo, con una Leire Pajín que no supo o no quiso poner en su sitio a sus padres.
En definitiva, inteligente la remodelación del Gobierno que ha hecho Zapatero, pues éste no sólo ha logrado quitarse algunos lastres del Ejecutivo, sino que ha aprovechado para eliminar Ministerios inútiles; premiar al cerebro del partido, que no es otro que Rubalcaba; recuperar a Rosa Aguilar, ex alcaldesa de Córdoba y de IU; y darle esa patada hacia arriba a una joven, ambiciosa y muy poco preparada (JAPP), Leire Pajín.
De rebote la noticia es muy positiva para la dirección de los socialistas valencianos, que se quitan de enmedio a una Pajín que en el poco tiempo que ha estado en el cargo como secretaria de Organización ha intentado hacer y deshacer a su antojo en el socialismo valenciano.
Con su salida, además, vuelve al Congreso como diputada la saguntina Marga Pin. Una buena noticia para el PSPV de la capital del Camp de Morvedre y la comarca.
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