La comisión de Sanidad de Les Corts Valencianes aprobó ayer por unanimidad la propuesta del Grupo parlamentario Popular para la puesta en marcha de un plan de educación de la salud para pacientes anticoagulados.
La portavoz de Sanidad del GPP, María Remedio Yáñez, ha explicado que, tal y como consta en la propuesta de resolución de la iniciativa del GPP, este plan “deberá contar con la participación activa de enfermería de atención primaria y los propios pacientes dentro del marco del programa del paciente experto”. Yáñez ha señalado que en los últimos años “han aumentado de forma muy importante las indicaciones de la medicación anticoagulante, por lo que el número de pacientes anticoagulados en nuestro medio es muy elevado. En el caso de la Comunitat Valenciana estamos hablando de 100.000 personas, según los datos de Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados”.
Yáñez ha explicado que un paciente anticoagulado “es una persona que recibe tratamiento con anticoagulantes con el fin de controlar su riesgo manifiesto de trombosis o ictus, por lo que el objetivo principal es la prevención”. “El tratamiento anticoagulante no es un tratamiento curativo sino preventivo y si se cumple adecuadamente el tratamiento, disminuirá el riesgo de padecer estas afecciones”, ha manifestado.
La diputada popular ha indicado que el 85% de las personas que viven anticoaguladas “lo estará de por vida”. “A esto hay que añadir que la cifra de pacientes anticoagulados se incrementa, año tras año, de forma exponencial. El abordaje del paciente anticoagulado conlleva complejidad y exige cierta especialización, ya que existen variables entre las necesidades específicas de cada uno de los subgrupos de pacientes”, ha añadido.
Para la portavoz de Sanidad “la seguridad en la atención sanitaria es un aspecto muy importante en la prevención y se deben aplicar el número mayor de medidas para que no existan riegos para la salud debido a un error”. En este sentido, se insta a incorporar una alerta en el sistema informático de gestión sanitaria que avise al profesional sanitario de que el paciente al que está tratando es un paciente en tratamiento anticoagulante oral, así como la incorporación de un icono en la tarjeta sanitaria para facilitar dicha identificación.
En la iniciativa se incluye que, además del plan que se ponga en marcha se deben impulsar acciones formativas intensivas en materia de anticoagulación dirigidas a médicos de familia y otros responsables del control y seguimiento del paciente anticoagulado. “Es necesario fomentar la formación continuada y el reciclaje, más aún ante la aprobación de nuevos fármacos”, ha señalado.
Asimismo, se insta a elaborar un protocolo de realización del autocontrol del tratamiento del paciente, dotándoles de los materiales necesarios para ello. La propuesta de resolución se completa con la puesta en marcha de un número gratuito de atención telefónica sanitaria especializada durante 24h, todos los días de la semana.
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