Imagen de la visita. /EPDA Dentro de las actividades culturales y extraescolares que realiza L´Escola Superior d´Estudis Valencians de la Real Academia de Cultura Valenciana, se enmarca la visita cultural que los alumnos y profesores de l´Escola han realizado a las poblaciones de Benifairó de les Valls en la subcomarca de “Les Valls”, a siete km de la costa mediterránea y vecina a la villa de Faura.
Pudimos visitar en su cerrada puerta de entrada, ya que el acceso no fue autorizado, la Casa del poeta valenciano Lluis Guarner. Al lado de la misma se encuentra la casa natal de Alonso Sánchez Coello, pintor de cámara de los Reyes de España y ambas están situadas en el casco antiguo del municipio.
La iglesia parroquial de Benifairó de les Valls, gracias a la gentileza del Señor Cura Párroco, Joaquín Sarrión, la pudimos visitar y admirar la combinación los estilos barroco y neoclásico, esta hermosa obra de arte fue construida en el siglo XVIII.
Desde allí nos dirigimos a Jérica situada en un enclave montañoso de la provincia de Castellón, que cuenta con alrededor de mil quinientos habitantes; Xèrica (en valenciano) es una propuesta muy interesante para una escapada rural dado su paisaje y su arquitectura rústica en el Alto Palancia.
El origen de Jérica es árabe (en árabe se llama Sharíqua y se pronuncia šāriqa, lo que significa ‘falda oriental [de una montaña]’).Sin embargo, en 1235, Jérica es conquistada por el ejército de Jaime I con Guillem de Montgrí, arzobispo de Tarragona, al frente. El casco histórico de la localidad está declarado Bien de interés cultural, las calles estrechas del centro son una muestra clara de las reminiscencias árabes.
Su Torre de las Campanas es considerada como el emblema de Jérica. Es el vestigio árabe más notable y antiguo que queda en Jérica, la torre consta de tres cuerpos o partes: en el segundo se encuentran las campanas.
Otra parada importante fue en “la Torreta” ya que durante la época árabe, cuando Jérica se estableció como un asentamiento permanente, lo hizo sobre un castillo. De este castillo de origen árabe actualmente queda muy poco pues a finales del siglo XIX fue destruido durante las guerras carlistas.
Desde un punto intermedio pudimos observar lo que actualmente se denomina “la Torreta”, uno de los restos mejor conservados del castillo. Está situada en lo alto de la colina más cercana a Jérica. Desde allí pudimos subir a la Ermita de San Roque.
Pasear por las calles de Jérica, tiene su embrujo mezclado con el arte, un pueblo acogedor, limpio, cargado de rincones hermosos donde las macetas ofrecen hermosas plantas repletas de flor.
Pudimos tomar café con el rumor de fondo de la Fuente de Santa Águeda, pasar junto a la Iglesia del Socós y llegar a la fuente de Randurias desde donde se pueden observar restos de trincheras.
Por la tarde el Cura Párroco de Jérica, D. Tomás Tomás Beltrán nos esperó en la iglesia de Santa Águeda, considerada Bien de Relevancia Local. Su estilo arquitectónico es el barroco y la última reforma importante a la que fue sometida fue en el siglo XVIII, en el año 1940, debido a su estado, se llevaron a cabo labores de reconstrucción. Su altar mayor es una joya arquitectónica, digna de ser visitada. Igualmente pudimos apreciar el ajuar de Casullas y Dalmáticas que se conservan en muy buen estado.
Santa Águeda es la patrona de la villa de Jérica y se le dedica el 5 de febrero para conmemorar la reconquista de la villa a los mudéjares por las tropas de Jaime I.
Desde aquí hay que mostrar el agradecimiento al Alcalde, Jorge Peiró Ripoll, que nos facilitó a través del Guía Local y experto en Turismo, David Navarro, esa importante visita, sin olvidar el acompañamiento de la Diputada en Cortes Nieves Martínez, que en todo momento atendieron a los alumnos de la Escola, que es la segunda vez que disfrutan contemplando esta maravilla rural.
No hay que olvidar que las múltiples actividades que ofrece Jérica, la hacen digna de muchas visitas turísticas.
Otra imagen de la visita. /EPDA
Comparte la noticia
Categorías de la noticia