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Todos tenemos claro hoy en día que hay libertad de
expresión. Nadie lo cuestiona ni lo duda. Pero, ¿de verdad tenemos todos y
todas las mismas posibilidades de expresarnos? Muchos ejemplos nos dirían que
no. Nosotros y nosotras en Benaguasil
podemos dar un ejemplo, algo excepcional diría yo. En nuestro pueblo, y editado
por nuestro ayuntamiento, tenemos una publicación trimestral, el periódico de
Benaguasil. Una publicación financiada por el pueblo, que se realiza dentro del
ayuntamiento y redactada y confeccionada por una periodista contratada y pagada
por el pueblo de Benaguasil. Tal como sucede en otros pueblos, debería ser un
medio de información de nuestro pueblo y sus actividades, debería ser plural y
variado. Lejos de esto se ha convertido en un instrumento propagandístico del
partido gobernante, el PP. En otras publicaciones locales de otros pueblos, de
muy distinto color político, este tipo de publicaciones son, además de menos
lujosas en sus formatos, una ventana en la que todos, partidos y ciudadanos
pueden opinar o comentar las cosas de interés del pueblo. Nada que ver con el
nuestro. Aquí hemos tenido que soportar, incluso críticas a la oposición, sin
derecho a réplica o a respuesta alguna. Califiquen ustedes esta actitud por
parte de nuestro equipo de gobierno. Yo ya tengo mi definición particular.