Bookcrossing en Valencia. Foto EPDA Martes, 23 de abril, 9 de la mañana. Dos equipos de bibliotecarios del Museu Valencià d’Etnologia y del Museo de Prehistoria de Valencia han salido puntuales de La Beneficència para unirse al “bookcrossing” –o campaña de liberación de libros- mundial con motivo del Día Internacional del Libro.
Con decenas de publicaciones en papel y códigos QR en puntos de lectura y carteles en mano, los bibliotecarios han recorrido Valencia para liberar estos libros en diferentes lugares y edificios públicos de la ciudad.
“Lo novedoso de este año es que, por primera vez, vamos a liberar publicaciones digitales”, ha comentado Amparo Pons, bibliotecaria del Museu Valencià d’Etnologia. Junto a los libros y catálogos “al uso”, “este año también hemos dispuesto 10 códigos QR en carteles y puntos de lectura que dan acceso directo a las publicaciones”.
Al escanear –con cualquier smartphone- los QR de estos carteles y marcalibros, el usuario accede a la URL donde está alojada la publicación liberada en cuestión.
Lee, registra y libera
Desde su aparición en 2001, el “bookcrossing”no ha hecho sino multiplicar el número de participantes en este tipo de iniciativas. El “bookcrossing” se define como un «club de libros global», regido por tres sencillas reglas, conocidas comolas tres erres, es decir,read(lee),register(registra),release(libera).
Los libros se liberan normalmente en lugares públicos y de tránsito de personas, desde la universidad a los medios de transporte o polideportivos, y si cada usuario sigue estas sencillas instrucciones es fácil conocer, a través de la página www.bookcrossing–spain.com, el trayecto realizado por un libro desde su punto de origen al de recogida.
Los bibliotecarios de La Beneficència han liberado publicaciones y catálogos en el Mercado Central, la Estación del Norte, la Biblioteca Pública de la calle Hospital y el campus universitario de Tarongers, entre otros lugares.
Cuatro pegatinas
Tal como ha explicado Amparo Pons, los libros liberados están identificados con cuatro pegatinas. La primera de ellas, a modo de tejuelo en el lomo, es el símbolo internacional del “bookcrossing”, el dibujo de un libro con brazos y piernas en situación de correr.
La segunda etiqueta va colocada sobre la cubierta del libro y en ella se dan más detalles: «pásale este libro a alguien o déjalo libre en su aventura» y «no me he perdido, soy parte de un club de libros global», al tiempo que remite a más detalles en el interior del libro.
Una vez dentro, la tercera pegatina instruye a la persona que ha recogido el libro sobre el objeto de la liberación de libros y sobre la conveniencia de participar en esta experiencia internacional a través de la página web www.bookcrossing-spain.com, que permite conocer dónde ha estado la publicación y quién la ha leído. Además, en la cuarta pegatina el lector puede escribir, a modo de diario de viaje, su nombre y el lugar donde encontró el libro.
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