Francisco José Adán. EPDA Limone sul Garda se aposenta al noroeste en un pequeño recodo que el lago teje en su costa. Limone, como su propio nombre indica, es una población rica en este cítrico donde podemos encontrar, eso sí, tras una buena búsqueda un exquisito limoncello .
Es un hecho que hace falta realizar una buena búsqueda porque la zona es meramente turística y el "gato por liebre" está a la orden del día, ahí como en cualquier zona turística.
El lago di Garda es un lago glacial que nace justo cuando los Alpes se visten con la mortaja en el norte de Italia, adornando hasta su expiración, con majestuosa belleza, arropándolo, este fenómeno de la naturaleza de aguas cristalinas y refrescantes.
En ciertos puntos del día puedes tener el privilegio de poder ver los rayos del sol filtrándose por entre las nubes e iluminando los vetustos tejados de las casas que se asientan en las estrechas y sinuosas calles de poblaciones vigiladas por castillos o fortalezas medievales y dando al lago un brillo casi místico.
Limone, como el resto de poblaciones, se accede a través de una carretera que bordea el lago por entre las montañas que, serpenteando y no sin ciertas y evidentes deficiencias, te permite contemplar la magnificencia del lago de cerca.
Es una zona turística totalmente inundada de alemanes , de tal forma que es difícil por no decir imposible encontrarte ni un solo negocio en el que el dependiente no hable, por lo menos, de forma muy aceptable, el alemán, tanto es así que el primer idioma en el que se dirigen a ti es en alemán.
En la hostelería encuentras una restauración cara o muy cara si lo que pretendes es tomarte un plato de macarrones al pie del lago, puede llegar a costarte más de quince euros un simple plato de pasta. Así es.
Pero si buscas bien por entre las calles puedes encontrar un restaurante donde poder pasar una velada muy agradable con un precio asequible, y el restaurante Titano es un ejemplo de ello. Incrustado en una vieja vivienda y con terraza y comedor interno, con una decoración sencilla pero elegante, el restaurante Titano nos ofreció unos spaguetti al limone que por su sencillez y por su sorpresivo sabor cítrico pero sin llegar a ser ácido, que fue una verdadera sorpresa.
Realizado con al pesto pero con aceitunas negras, anchoas y una salsa de limón que entiendo que se añade al pesto, tienes un plato fresco y muy sencillo. También la carne, muy bien hecha , trinchada o el carpaccio. También, por supuesto, las pizzas y ensaladas.
Limone sul Garda guarda entre sus calles este restaurante, sencillo pero eficaz, de un coste razonable y que te permite pasar en la terraza las, por otro lado, muy calurosas noches de verano.
El Lago di Garda, es sin duda un lugar donde dejarse perder y una alternativa de turismo italiano donde compaginar turismo cultural, con gastronómico con el de costa.
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