Me preguntaba el otro día sobre los mantras de besugos con los que torturan a España, el primer ministro y su gobierno. Primer ministro, porque, aunque se le llama presidente, solo lo es de un partido y no del Estado Español, ya que ni elegido, ni jefe de Estado.
Digo a España porque es de suponer que los que no se consideran España deben estremecerse de placer cuando surge un nuevo slogan, quedando enganchados a ellos, por razones económicas.
Y lo que me ha lanzado a escribir como un spuknik estas palabras es una conferencia “Frases marcantes” de Jacques Alain Miller, que creo que describe perfectamente dos términos muy interesantes y sus representantes actuales, hablo de política y destino. La recomiendo, ya que irremediablemente estimo, nos hará reflexionar sobre nuestro nefasto gobierno.
El caso es que me he hecho un listado de estas frases con función de mantra más que de argumentación y que demuestran un caótico embrollo de disparates. Hago un pequeño listado; “No pasarán”, ”el fango”, “España avanza”, “la ultraderecha”, “fachas”, “Acoso del lowfare, “las cloacas del Estado” , “bulos” , “el gobierno de la gente”, “gobernar para la mayoría social”, “unidad en la diversidad”, “España plural”, “la alianza PP-VOX”, “retroceso”, “volver al pasado”, “avance social”, “conquista de derechos”, “gobierno de coalición progresista”, “estamos del lado bueno de la historia”, “fachosfera”, “el trifachito”, “no es no”, “leyenda negra”, “el poder judicial está politizado”, “la democracia está en juego… y muchos más “va como un cohete” un “sin parar”.
Son frases vacías del poder político, y que cada vez se parece a frases que repiten los soldados haciendo instrucción. Este tipo de consignas sin valor, se repiten y corean generando comunidad. Hieren a la democracia impidiendo hablar libremente. Se presentan con tintes victimistas e incluso acosados (el intento de suicidio que salió hace poco). Necesitan de un enemigo constante que les den algo de sentido.
¿Qué hay detrás de esta repetición vacía, sin cuerpo, sin acto? ¿Satisface algún tipo de necesidad pulsional de grupo? Por poner un ejemplo que personalmente me ha llamado la atención y lo expresa claramente, citaré la palabra “fango”, pues revela que tras su “creída posición de pureza moral”, esta lo “sádico-anal”. Este tipo de repetición producen efecto de pertenencia. No hay riesgo, no hay acto, no hay salto al vacío, solo dirección de un discurso.
Y si lo comparamos con otro tipo de político que lo podríamos poner en las antípodas de Pedro Sánchez, me refiero Trump, Trump ejerce no la repetición, si el acto. No busca convencer, gobierna con un discurso un tanto caótico, INTEMPESTIVO, no al servicio de ideales panfletarios.
Acto que rompe el sentido.
Hay políticos muy actuales que su éxito no se basa en construir sentido, sino en encarnar el acto, rompiendo con viejas enredantes formas. Es una manera de estar en el mundo, donde el destino no se explica, no se justifica, no se interpreta, simplemente se cumple, sin taponar el agujero del “nosaber”, que deja abierto.
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