Imagen cedida por la empresa del respirador. EFELa empresa castellonense Graphenglass ha desarrollado un dispositivo CPAP (Continuous positive airway pressure), un respirador que no necesita electricidad y abarata el precio de los que se usan en las UCI, con el que esperan aliviar la carga de este servicio en España y ayudar en la lucha contra la COVID-19 en países en vías de desarrollo.
El dispositivo, explica la empresa, es cien veces más barato que los usados en las Unidades de Cuidados Intensivos, que cifran en no menos de cincuenta mil euros, y su autonomía hace que pueda ser aplicado "en entornos tanto hospitalarios, como extra-hospitalarios o traslados".
El CPAP suministra un flujo constante de aire y oxígeno en la boca y la nariz del enfermo y, al hacerlo con presión, los pulmones permanecen abiertos y así aumenta la cantidad de oxígeno que ingresa en ellos, lo que reduce el esfuerzo que debe hacer el paciente para respirar.
En Lombardía (Italia), una de las zonas más castigadas por la COVID-19, la mitad de los contagiados que usaron este tipo de respiradores no tuvo que ingresar en la UCI, indican las mismas fuentes.
Seleccionado entre los cerca de cuarenta proyectos incluidos en el programa de la Generalitat de impulso a la investigación y a la innovación, su uso está pensando para evitar que algunos pacientes tengan que entrar en la UCI y prevenir su colapso, así como facilitar la llegada de estos tratamientos a países en vías de desarrollo, explican desde Graphenglass.
El dispositivo está construido en una única pieza que se conecta a una mascarilla y solo precisa de suministro de oxígeno y está impreso en 3D a nivel industrial.
Para su diseño se han seguido las necesidades expuestas por especialistas médicos del Servicio de Anestesia y reanimación del Hospital La Fe y según la compañía se pueden producir hasta mil unidades diarias.
El CPAP está completando los ensayos clínicos y su validación por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y las primeras unidades se destinarán a países de Centroamérica, donde sus respectivos ministerios de Sanidad ya se han interesado por el suministro de urgencia del dispositivo CPAP.
El consejero delegado de Graphenglass, Vicente Montesinos, ha asegurado que, "en condiciones normales, desarrollar una máquina de estas características llevaría años, pero la urgencia para combatir la actual crisis sanitaria ha hecho que se desarrolle en semanas", aunque ha precisado que "los procesos de certificación se realizan con rigor".
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