La presidenta de la Mancomunitat Camp de Túria, en un momento de la entrevista. //EPDA La presidenta de la Mancomunitat Camp de Túria, Lola Celda,
recibe a El Periódico de Aquí en su despacho. Tiene la agenda repleta de actos
y reuniones, que le coordina su jefa de prensa, porque desde que llegó al cargo
hace un año, se ha propuesto revitalizar la institución y que su trabajo tenga
sentido en la comarca.
¿Qué es exactamente la Mancomunitat?
Es un ente cuya finalidad es la de solucionar los problemas
que tienen los municipios de Camp de Túria, sobre todo en temas de bienestar
social. También estamos para coordinarlos entre ellos y fomentar el espíritu de
la comarca.
Llegó a la Mancomunitat Camp de Túria hace un año ¿Cuál es
el balance?
Para mí el balance es muy positivo y que el trabajo que
realizamos es muy enriquecedor. Yo ya conocía las tareas que se realizaban
desde esta institución y noté un desamparo muy grande, sobre todo, por parte de
los trabajadores. Después de un año, hemos conseguido ser una piña y trabajamos
todos juntos.
¿Por qué cree que se produjo ese desamparo?
Creo que es porque el político está de paso por la
institución y no se queda, no profundiza y parecía como que no había ninguna
relación entre el político de turno y el trabajo que se realiza.
¿Quiere decir que los anteriores presidentes no hacían bien
su trabajo?
No, yo no he dicho eso. Lo único que digo es que para que la
Mancomunitat funcione hay que estar aquí, al pie del cañón y empaparte de todo
lo que se necesita.
Descríbame cómo se encontró la Mancomunitat cuando llegó
Me la encontré patas arriba. Económicamente la institución
funciona a base de programas y subvenciones, pero la crisis nos golpeó
duramente y se tuvo que reducir personal. Lo que también noté es que los
servicios no tenían dirección desde arriba.
¿Qué es lo primero que hizo?
Hablar con todos y cada uno de los trabajadores de esta
casa, intentar mejorar las condiciones y la calidad de su trabajo. Somos en
total 25 trabajadores y todos estamos conectados. Estoy en permanente contacto
con todos y sé qué pasa en cada momento en la institución y con su personal.
Y para ello ¿con qué presupuesto cuentan?
De más de un millón de euros. La mayor parte proviene de la
Generalitat y la otra es una aportación por parte de los Ayuntamientos, lo
suficiente para mantener los servicios que prestamos.
¿Cuáles son los servicios fundamentales que presta la
Mancomunitat?
Los pilares en los que nos sustentamos son los servicios
sociales, ayudas a la familia y tratamientos en conductas adictivas. Para
nosotros esas patas son muy importantes y son servicios comunes a todos en la
comarca. El centro neurálgico de todo está en el centro ocupacional de
Riba-Roja y que tiene una capacidad para 40 personas. Pero necesitamos más
porque estamos abriendo una vía para tratar a personas con discapacidades
físicas y mentales. Pero para ello necesitamos muchos recursos. También
trabajamos mucho en la educación, sabemos que es faceta es competencia de los
centros educativos, pero hay personas que acuden a nuestros talleres que sirven
de plataforma para que entrar en el mercado laboral o para que prosigan sus
estudios. Nuestros estudios son de corte y confección, pero tengo en mente
ampliar ese servicio. Quiero decir que muchos de nuestros chicos y chicas ha
encontrado trabajo después de pasar por nuestras aulas, por lo que estamos
haciendo un buen trabajo, porque aquí nos centramos en las personas y las
atendemos como tales.
¿No realizan actividades deportivas y turísticas?
Sí, el deporte es un añadido que nos sirve para cohesionar
la comarca y que además, según en qué actividades, la unimos al turismo. Por
ejemplo, el fin de semana del 5 al 6 de noviembre, celebraremos la carrera de
‘Árboles y Castillos’ y que hace año organizaba la asociación ‘Correcaminos’ y
que nosotros hemos decidido recuperar. Comenzará en Casinos y finalizará en
L’Eliana. Los equipos estarán formados por 13 personas y recorrerán las 13
etapas que pasan por los lugares más emblemáticos de los 16 pueblos de Camp de
Túria. En total son 200 kilómetros. Todavía están a tiempo de apuntarse los que
les apetezca participar en www.carreraarbolesycastillos.com
¿Hay acuerdo entre los miembros del pleno de la sabiendo que
cada uno representa un municipio y unas siglas?
Sí, sin duda. Hay mucho feedback entre todos. Ahora vamos a
poner en marcha las comisiones, que hacía mucho tiempo que no se convocaban
para seguir trabajando. Pero de normal estamos siempre de acuerdo para que la
comarca vaya adelante.
Hace poco San Antonio se incorporó a la Mancomunitat y creo
que queda Domeño. ¿Ya han iniciado las conversaciones para que se una?
Sí, ya hemos hablado con ellos, lo que ocurre es que Domeño
forma parte de otra Mancomunidad de la que recibe algunos servicios. Hay que
ver si es compatible que esté en dos Mancomunidades a la vez, pero de poder,
Domeño será muy bien recibida aquí.
¿Le queda todavía mucho por hacer?
Sí. Este año nos hemos dedicado a poner orden dentro de casa
porque no tiene sentido que empezar a trabajar si la Mancomunitat no tiene
cierto orden. Hemos invertido en el centro ocupacional para reformar algunas de
las estancias, porque allí hay muchas personas trabajando y estudiando. Para
ello contamos con la ayuda de una arquitecta muy cualificada y que es experta
en patrimonio. Llevamos doce meses poniendo a punto esta casa, ordenando y
viendo todas sus necesidades porque queremos que la Mancomunitat sirva para
algo y que nuestros vecinos puedan venir a pedir ayuda. Así es que, a partir de
ahora, sin pensarlo, pasamos a la acción porque el movimiento se demuestra
andando.
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