?El objetivo de esta fiesta es el estudio del otoño de una forma lúdica y placentera: animales, plantas, frutas y frutos, tiempo, música?, explica Pedro Gómez, director del centro. FOTO: EPDA.
El colegio público La Milotxa celebró la Festa de la Tardor
con la participación de todos los profesores y alumnos del centro, de 3 a 6 años,
a los que se sumaron a lo largo de la jornada los padres, canciones, poesías,
animales, Vivaldi, una obra de teatro, la merienda… Todo ello el miércoles 21
de noviembre en el patio del propio colegio.
Es habitual para La Milotxa participar en todas las fiestas
que marca el calendario escolar (Navidad, Fallas, Semana Santa…), siempre
procurando que los 265 alumnos y los 18 profesores de este colegio de educación
infantil se impliquen a fondo en cada una de las actividades.
Por supuesto, los padres también tienen que aportar su granito
de arena, ya sea en casa (esos disfraces que siempre hay que preparar) o
directamente en el centro, echando una mano en todas las actividades
organizadas… a fin de cuentas, se trata de contribuir a la educación de sus
propios hijos, así que arrimar el hombro cuesta menos.
Pero además del calendario oficial, La Milotxa aprovecha muchas
otras fechas para enseñar deleitando, para transmitir conocimientos a sus
alumnos sin que estos sean conscientes de que “están en clase”. Para ellos,
sencillamente, están de fiesta. Un buen ejemplo de esta formación lúdica y
divertida es la Festa de la Tardor, que este año han celebrado el miércoles 21
de noviembre.
“El objetivo de esta fiesta es el estudio del otoño de una forma lúdica y placentera: animales, plantas, frutas y frutos, tiempo, música”, explica Pedro Gómez, director del centro. “Para ello hemos trabajado muchas actividades antes de ese día, que han servido para preparar la fiesta y también para aprehender conocimientos de distintas materias. Entre ellas, antes del día 21 hemos trabajado en la confección de disfraces por parte de los alumnos relacionados con los elementos del otoño: árboles, hojas, conejos, sol, frutas y frutos, pájaros, viento, nubes, lluvia, setas, caracoles, arco iris”.Pero no todo son trabajos manuales. También han realizado audiciones musicales del otoño… y ahí Las cuatro estaciones de Vivaldi no tienen rival. Y, por supuesto, han disfrutado en clase con cuentos del otoño, canciones, poesías, adivinanzas, etc.Una preparación intensiva que, en el fondo, no era más que eso: la preparación para el día grande, el 21 de noviembre.El miércoles por la mañana el menú era amplio: representaron la obra de teatro El pardalet ferit, se proyectó una película de dibujos relacionada con el otoño. Almuerzo a base de frutas y frutos. Una vez repuestas las fuerzas, los alumnos participaron en la danza del Ball de la taronja.Y ya por la tarde, jornada de puertas abiertas para que los familiares de los alumnos pudieran asistir al acto estrella de la jornada: la dramatización del otoño con la aportación de todos los alumnos y maestras.Mucho trabajo de preparación, mucha diversión durante la jornada de fiesta y un aprendizaje continuo durante todo el proceso. Contando, además, con la ayuda de los padres ―y sobre todo madres― a la hora de preparar el almuerzo y, faltaría más, con toda la familia armada con cámaras y móviles de todo tipo para inmortalizar el otoño en una dramatización hecha por alumnos de infantil… pero para sus padres ni el Centro Dramático Nacional lo habría hecho mejor.
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