Los accidentes de circulación
son la primera causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 25 años, un
problema que es aún más dramático si se tienen en cuenta los miles de jóvenes
que sufren lesiones graves con profundas secuelas medulares, amputaciones y
graves trastornos cerebrales. En 2012, un total de 145 jóvenes perdieron la
vida en accidentes de tráfico, un 25 por ciento menos que el año anterior,
según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
La seguridad vial y las
medidas de prevención pueden reducir considerablemente el riesgo de los jóvenes
al volante. Para conseguir este objetivo se requiere una legislación eficaz y una
planificación exhaustiva de medidas orientadas a promover una conducción de
bajo riesgo de los conductores más inexpertos. Entre estas medias, Julio Laria
destaca la “conducción gradual”, un sistema que permitiría a los jóvenes
incorporarse de manera escalonada a la conducción, con algunas limitaciones,
como determinados horarios en los que no deben conducir o hacerlo acompañados
por un conductor experto. El objetivo de esta propuesta es según el autor, que
el conductor mejore sus habilidades al volante, gane experiencia en condiciones de máxima seguridad y evite
accidentes con la ayuda de determinados elementos, como los
avisa-cinturones, tarjetas inteligentes, sistemas de ayuda a la frenada de emergencia y sistemas de control de
crucero, entre otros.
Estas son algunas de las conclusiones del
libro “Mortalidad de jóvenes en accidentes de tráfico”, escrito por Julio
Laria, Director General del Instituto de Seguridad Vial, que se ha presentado hoy
en Madrid en un acto en el que ha participado María Seguí, Directora General de
la DGT.
La obra, editada por el Instituto de Ciencias
del Seguro de FUNDACIÓN MAPFRE, analiza, además, la elevada presencia de
jóvenes conductores en las colisiones y accidentes mortales en la carretera y pone
de manifiesto la importancia que tiene la seguridad vial a la hora de reducir
el riesgo al volante. También propone soluciones tecnológicas que podrían
contribuir a reducir las cifras de mortalidad, haciendo especial hincapié en los
dispositivos GPS, que aportan información sobre los kilómetros recorridos y las
velocidades medias, entre otros datos, así como un
servicio de asistencia automática en caso de accidente. Según la obra, esta
tecnología usada por MAPFRE para ofrecer el primer sistema de pago por uso en
España, lo utilizan actualmente más de 80.000 jóvenes, que, además, se
benefician de descuentos en su seguro de Automóvil en función de sus hábitos de
conducción.
Todas estas medidas
de prevención deben impulsar, según Julio Laria, el cambio de hábitos y
conductas, sobre todo de la población más joven (que generalmente se acerca al
mundo del motor a través de la conducción de ciclomotores) hasta los 25 o 27
años.
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