Los agricultores de Mislata celebran San Isidro y recuerdan sus raíces en el Pou del Quint

Agricultores de Mislata en San Isidro. EPDA

La Hermandad de San Isidro de Mislata ha celebrado estos días las fiestas en honor a su patrón. Los actos comenzaron la noche del viernes con una cena ofrecida por la cofradía en la casa José Soria, sede de la Hermandad. Más tarde arrancó la tradicional noche de “albaes” que recorrió varias calles de la ciudad hasta finalizar a las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles.

El sábado la Hermandad de San Isidro celebró su día grande y lo hizo rememorando las técnicas y el arte de la agricultura. Para ello, ubicaron sus actividades en los alrededores del Pou del Quint, un entorno privilegiado y el último reducto de huerta que queda en la ciudad. Hasta allí llevaron a San Isidro en un carro tirado por uno de los tradicionales caballos de labranza y acompañado de la Banda de Cornetas y Tambores de Mislata.

Los agricultores de Mislata hicieron una exhibición de técnicas de labranza y más tarde los asistentes disfrutaron de su comida de hermandad, una paella cocinada por la peña Els Tronats. El presidente de la hermandad, José Alfonso Sòria, reivindicaba el sábado el magnífico entorno del Pou del Quint: “Mislata tiene suficiente potencial para presumir de esta zona y debemos darle vida ya que el entorno es único”.

En la comida participaron también las autoridades, encabezadas por el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodriguez, y el concejal de Tradiciones, Francisco Herrero, quién expresó su satisfacción de celebrar la festividad en el Pou del Quint, “ya que es una zona que propicia la recreación de lo que antiguamente era la agricultura de Mislata”.

Durante la mañana siguiente, la Hermandad celebró el Traslado del Santo desde la vivienda de José Soria hasta la parroquia para celebrar la misa, y ya por la tarde, se concluyó la festividad con la solemne procesión y el disparo d un castillo de fuegos artificiales, acompañado de repiques y volteos de campanas para dar por concluida la celebración.