Imagen de archivo del ayuntamiento de Loriguilla. /EPDA El normalmente tranquilo municipio de Loriguilla se ha convertido en el epicentro de una tormenta política que está empezando a escalar y ya alcanza a las direcciones provinciales de los principales partidos de la comarca.
El origen de todo es una moción de censura que unirá a concejales que fueron elegidos bajo las siglas del Partido Socialista con los ahora exediles del Partido Popular en el pleno de este pequeño ayuntamiento de Camp de Túria, que se han dado de bajo del partido tras ser amenazados con ser expedientados por la formación.
¿Cómo hemos llegado a una situación como esta en un ayuntamiento tan tranquilo?
El origen del conflicto político está en el alcalde del municipio Sergio Alfaro, máximo representante de Ciudadanos en el municipio y que gobernaba Loriguilla gracias a un pacto de gobierno con el Partido Socialista que retomaba la coalición que ya había funcionado con anterioridad.
Sin embargo la convivencia esta legislatura no fue tan sencilla y la crisis estalló hace dos semanas cuando el alcalde Sergio Alfaro expulsaba del equipo de gobierno a los dos concejales socialistas en una decisión de la que responsabilizó al líder socialista Carlos Rodado, a quién acusó de deslealtad, de ataques difamatorios a sus partidos desde redes sociales con nombre falsos, e incluso llegando incluso a vincular sus desavenencias con una presunta exigencia de Rodado de tener un sueldo público por su labor en Loriguilla.
Tras esta decisión Ciudadanos, partido más votado en las últimas elecciones quedaba en minoría en el Pleno del Ayuntamiento, al tener cuatro concejales frente a los cinco que sumaba una oposición formada por el PP con tres ediles, y el PSOE con tan sólo dos representantes.
Tal vez Alfaro confiaba en que al ser PP y PSOE dos partidos antagónicos nunca unirían fuerzas, pero no ha sido así, invocando “las necesidades del municipio” y acusando a Alfaro de ser “incapaz” socialistas y populares llegaron rápidamente a un acuerdo para desalojar a Ciudadanos del gobierno municipal.
Obviamente está alianza no ha gustado para nada a Alfaro que en un nuevo comunicado ha calificado este pacto como un “pacto del rencor”, y ha vuelto a señalar un motivo económico como motivo de la unión contranatura de PP y PSOE asegurando que el PP dejó una importante deuda en el ayuntamiento que explica la premura por sacar a Ciudadanos de la alcaldía.
Sea cual sea el motivo de la unión entre PP y PSOE, lo que está claro es que la alianza no es una medida ordenada desde las altas esferas. El ejecutiva de Partido Popular en la provincia de Valencia ya mostró su malestar con una decisión que se ha adoptado a sus espaldas y llegó a emitir un comunicado en el que la ejecutiva de Vicente Mompó advertía a los ediles populares en Loriguilla que en el caso de contradecir esta directriz se estaría faltando al artículo 16 de los estatutos del Partido Popular, que podría conllevar la expulsión de los ediles populares populares y del presidente local.
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