Imagen de archivo de una mujer hojeando un libro. EFE/ Pep Morell/Archivo./ EPDALa pandemia ha evidenciado que la información y el acceso a ella es algo "básico" para "poder funcionar y tener sentido crítico", según la reelegida presidenta de la Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía, Documentación y Museística (FESABID), Alicia Sellés.
En una entrevista con EFE, Sellés, quien defiende el papel del profesional de este sector y su labor fundamental como intermediario del conocimiento, resalta que "el acceso significativo a la información como factor de desarrollo es transversal", porque afecta a todos los ámbitos.
A su juicio, "las desventajas y la brecha de alfabetización digital" que han emergido durante la crisis sanitaria "podrían estar cubiertas en gran parte" con el trabajo de los bibliotecarios y los documentalistas, que podrían por ejemplo "facilitar el acceso igualitario y objetivo a la información".
Se podría contribuir a reducir esas brechas, un asunto que "preocupa mucho" a FESABID, porque actualmente está "privatizado o bien externalizado", y además no se dispone de información "fiable" al respecto.
A finales de junio, FESABID renovó la presidencia (después de dos años) de Alicia Sellés, para un periodo de dos años más. Así, de nuevo FESABID estará presidido por el Col.legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana, órgano del que procede Sellés y el cual presidió con anterioridad.
Desde su casa en Altura (Castellón), Sellés explica que de este modo se tendrá una presidencia de un órgano valenciano -el cual es relativamente joven, pues se fundó en 1998- durante cuatro años, cuando lo habitual es que fuera la entidad catalana o la sociedad madrileña (SEDIC) -con una trayectoria dilatada- los que la ostentaran.
Este hecho es para Sellés "realmente interesante" porque el ente valenciano tiene "una visión de hacer de FESABID una asociación fuerte y cohesionada", con "más estrategia" y que vaya más allá de mirar de puertas hacia adentro y llegar hasta "una visión estratégica del activismo que supone considerar a los profesionales como el centro de sus reivindicaciones y acciones".
Esta estrategia, ha explicado, es la que ha funcionado a nivel valenciano y la que ahora se va a desarrollar a nivel nacional a través de la Federación.
La idea, según la presidenta, es "representar a todo el sector, porque al final, y cada día más, bibliotecas y archivos tienen sus diferencias, pero hay cosas que nos unen: el acceso a la información. Y aunque la materia prima sea distinta, el trabajo de tener una ciudadanía informada y poner a su disposición el conocimiento, junto con museos, tanto en el sector público como en el privado, es común".
Un sector que está inmerso en varios debates que se han visto magnificados y se han significado por la pandemia de la covid-19, como el acceso a la información en formato digital -que "estaba abandonado", señala-.
En este sentido, Sellés indica que, por ejemplo, "solo se contaba con una plataforma de préstamos online de libros", la cual "no se sabía usar bien y presentaba problemas", y se ha puesto de manifiesto que "ocupar ese espacio digital es muy importante".
La Federación intenta ahora evaluar el impacto de los servicios de información "teniendo en cuenta todos los cambios y transformaciones durante la pandemia", porque "el impacto se puede medir de forma económica; por ejemplo, cuantificando lo que supone que no se compren libros, pero el impacto en el desarrollo personal o en la adquisición de competencias en este ámbito de la alfabetización universal aún no se ha medido".
La alfabetización digital es "una de las tareas más urgentes" porque "ya no es solo por el hecho de saber validar o seleccionar una información o descartar una 'fake news', sino saber descargar una información necesaria e imprescindible y saber cuál es la fuente fiable".
Un trabajo desarrollado en el ámbito de la Alfabetización Digital (ALFÍN), requisito para participar eficazmente en la Sociedad de la Información y parte de los derechos básicos de la Humanidad para un aprendizaje permanente y que está incluido como una de las competencias básicas para cualquier ciudadano por la OCDE.
Esta, ha dicho Sellés, es una de las líneas de trabajo de las bibliotecas, pero es algo que "debería estar incluido también en los programas de las bibliotecas escolares".
"Se está trabajando muchísimo en este sentido porque no hay criterio, no hay fuentes, no hay identificación; cualquier cosa nos vale", y esto, "llevado al campo de la adquisición de conocimientos, deriva en los escolares y en los nuevos modelos de aprendizaje por proyectos, la búsqueda de fuentes, para examinar e investigar" y para ello, resalta, "hace falta una formación en el uso de la información".
Esto "debe ser incluido como parte primordial" del aprendizaje y supone en estos momentos "una carencia que se tiene que suplir", en comunidades como la valenciana, aunque en otras, como la gallega, "llevan desarrollando este tipo de programas desde hace años".
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