Los economistas ven positivo el pacto de gobierno entre PP y VOX para dar estabilidad y reducir el gasto en la Comunitat Valenciana

El Consejo General de Economistas de la Comunitat Valenciana ha considerado "positivo" el acuerdo de gobierno alcanzado este martes entre PP y Vox en la Generalitat porque "la estabilidad siempre es buena para la economía" y han destacado que se abre una oportunidad para "racionalizar el gasto público y evitar la espiral de recaudación".

Así lo han manifestado sus decanos en las tres provincias durante la presentación de la encuesta semestral de coyuntura "Los economistas opinan", que pregunta a estos profesionales valencianos sobre su percepción del estado económico de la Comunitat y España, en la que han participado 748 economistas.

"Que haya un acuerdo para la gobernabilidad de la Comunitat Valenciana creo que es bueno, en principio, aunque no se conoce ninguna medida concreta y estaremos atentos a cuáles serán", ha destacado el decano del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues.

En principio, ha dicho Menargues, es "bueno" que exista un pacto, porque "la estabilidad siempre es buena para la economía".

Así lo ha considerado también el vicedecano del Colegio de Economistas de Valencia y secretario del Consejo General de Economistas, Alfredo Hernández, que ha recordado que el PP planteaba en campaña "la reducción de algunos impuestos, como patrimonio y sucesiones y no crear nuevas figuras impositivas porque los valencianos tenemos la carga tributaria más elevada, por lo menos en renta y patrimonio y otros impuestos".

"Pensamos que puede ser positivo racionalizar el gasto público, más allá de evitar esta espiral de crecimiento de la recaudación", ha indicado.

Para el decano del Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol, "el colectivo de economistas estará atento a los cambios normativos que se produzcan y al servicio de la sociedad" aunque ha dicho que apuestan "por una contención del gasto y una eficiencia en la gestión del gasto público": "Entiendo que el próximo gobierno, si toma estas medidas, será bien recibido por los economistas".

En el apartado de preguntas de actualidad, en esta edición de la encuesta se ha preguntado a los economistas por la facilidad en la tramitación de los fondos Next Generation, por el endeudamiento público, por la eficacia de la nueva Ley de Pensiones y por el control de las prestaciones de incapacidad laboral.

De la encuesta de este semestre se desprende que una mayoría de estos profesionales, el 27,1 % considera que la facilidad de acceso y la tramitación de los fondos Next Generation es "regular", ni buena ni mala, mientras que un 15,7 % cree que es positiva, un 3,6% muy positiva, un 18,1 % negativa y un 16,4 % pésima.

Además, en la primera encuesta en la se tiene en cuenta la generación a la que pertenecen los que responden -'boomers' (nacidos antes de 1964), generación X (nacidos entre el 64 y el 80) y 'milenials' (nacidos a partir de 1980)-, Hernández ha destacado que estos fondos tienen peor valoración entre los más jóvenes: "están llamados a ser el futuro, nos debería llamar la atención".

En cuanto al endeudamiento público, mayoritariamente se han decantado como solución por la reducción de gastos con un 60,9 %, frente a un 6,7 % que aboga por el incremento de los ingresos, si bien un 34,4 % considera que la solución a la situación actual pasa por adoptar ambas medidas.

Frente al planteamiento de si la nueva Ley de Pensiones corregirá el problema del déficit y sostenibilidad del sistema, un 58,4 % ha considerado que no corregirá nada y que será necesario adoptar medidas más contundentes, un 38,9 % ha opinado que solo se corregirá parcialmente y solo el 2,7 % cree que se corregirá totalmente el problema.

En cuanto a las medidas de control sobre las prestaciones de incapacidad laboral, un 61 % ha considerado que no son adecuadas frente, un 7 % que sí lo son y el restante 32 %, que sí lo son si van acompañadas de controles de más intensidad.

En la parte fija de la encuesta, en cuanto a la percepción acerca de la situación económica de la Comunitat Valenciana en comparación con el año pasado, un 41,7 % cree que está peor que hace un año, un 22,5 % que la situación es mejor, y un 35,3 %, que está igual.

Sin embargo, sin compararla con años anteriores, el 40,3 % de los economistas creen que la situación económica valenciana es buena, un 6,9 % que es muy buena, un 23 % que es regular, un 24,1 % que es mala y un 5,7 % que es muy mala, y puntúan la economía con un "aprobado altito", según Menargues, de 5,26 puntos.

La economía española recibe una nota de 5,014 puntos y también aprueba: un 38,8 % cree que la situación es buena, un 4,2 % que es muy buena, un 24,3 % que es regular, un 25,7 % que es mala, y un 7 % que es muy mala.

Las previsiones para los próximos seis meses en la Comunitat son optimistas: un 35,1 % cree que la situación será mejor y un 9,6 % que será mucho mejor, frente al 23,1 % que opina que estará igual, el 26,1 % que cree que será peor y el 5,6 % que cree que será mucho peor.

En España, son un 34,1 % los que creen que irá mejor, un 6,7 % los que creen que será mucho mejor, un 22,7 % cree que estará igual, el 28,1 % opina que estará peor y un 8,4 % que será mucho peor.

Preguntados por cuáles son los problemas económicos principales de la Comunitat, los economistas han apuntado a la inflación (70,7 %), la inadecuada dimensión o estructura de las empresas (41,9 %) y los costes laborales (39,1 %).

Entre otros problemas añadidos, los más frecuentemente mencionados son el "despilfarro público", la burocracia y los "malos servicios públicos esenciales".