Aspecto de la carretera que une Valencia y Torrent tras la dana del 29 de octubre. EFE/ Miguel Ángel Polo/Archivo
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha advertido de que "la vigilancia en la salud pública en catástrofes va a ser cada vez más necesaria, desgraciadamente", porque estos episodios van a ser cada vez más frecuentes y grandes.
No sólo por los efectos del cambio climático, también porque la población ha cambiado, con personas más vulnerables y distribuidas "de otra manera", lo cual "no ayuda nada a prevenir muchos de estos problemas".
A ello se suma que las relaciones con el medio ambiente también "ha cambiado mucho". "Tenemos que prepararnos para esto y empezar ya a ser conscientes de ello es importante, aunque es verdad que hubiera sido bueno ser conscientes antes de la dana", ha puntualizado.
Desastres como el que azotó Valencia "ya no son problema de Protección Civil, ahora son problema de todos", de la UME, del Ministerio de Sanidad, del de Medio Ambiente" y están evidenciando el impacto que deja en otros asuntos en los que antes apenas se reparaba, como la salud mental.
Por todo ello, Simón ha apelado a la necesidad de contar con sistemas de rutina "funcionantes y eficaces" para responder a las emergencias, sean pandemias o catástrofes como la dana.
En este sentido, se ha referido al Tratado Internacional de Pandemias de la OMS aprobado el pasado lunes, que supone sólo "un pedacito" de lo que todos los expertos mundiales en salud pública han estado haciendo en los últimos años.
Un tratado que "no va a solucionar la vida de nadie, no va a ser la panacea para nada", pero que sí es "la estructura que va a determinar cómo van a trabajar muchísimas industrias" y "casi todos los Estados de aquí en adelante para prepararse para solucionar problemas de salud y las emergencias en particular", ha concluido.
Posteriormente, la número dos del CCAES, María José Sierra, ha recordado que el Ministerio está culminando un real decreto que apruebe un Plan Estatal de preparación y respuesta que también servirá para todo este tipo de situaciones.
El mayor reto durante la dana fue el de los riesgos ambientales, que fue "una locura", y la vigilancia de la salud mental; con todo, la epidemióloga ha mostrado su convencimiento de que, en salud pública, las cosas se hicieron "bien", empezando por la coordinación permanente entre los equipos multidisciplinares de la Comunidad Valenciana y el Ministerio.
Pese a la ingente labor de los expertos de salud pública durante la pandemia, la realidad es que los recursos humanos dedicados a la vigilancia "está peor en todas las comunidades". "Es algo que debemos hacernos mirar", ha censurado Sierra antes de avisar de que, sin sistemas fuertes de vigilancia no se podrá tomar "decisiones adecuadas de cómo manejar los riesgos".
El episodio meteorológico más adverso en décadas
Los récords de lluvia registrados en la dana del pasado 29 de octubre marcan "el episodio meteorológico más adverso no solo del año, sino de las últimas décadas", según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha presentado este jueves su informe sobre el clima en España en 2024.
El informe se refiere al "fenómeno extremo" de las lluvias torrenciales asociadas a una dana en esa fecha, que ocurrió "en el peor sitio posible", ha señalado el portavoz del organismo, Rubén del Campo.
"Para que una dana cause lluvias torrenciales tiene que haber un acople entre ese sistema que está en las capas altas de la atmósfera y una llegada muy potente de aire cálido y húmedo en las capas bajas. Eso es lo que pasó. Todo se conjugó con factores locales como la orografía para causar unas lluvias torrenciales extraordinarias en el peor sitio posible, en la cabecera de los barrancos cortos y con mucha pendiente", ha explicado.
"Hablamos de lluvias torrenciales cuando en una hora caen 60 litros por metro cuadrado. Se triplicó ese umbral", ha recordado.
En la estación meteorológica de Turís (Valencia) se registraron en esa jornada 771 mm en 24 horas ("aunque en realidad fue en unas 14 horas"), el segundo registro más alto a nivel nacional desde que los hay. Se batió el récord en una hora (185 mm), en seis horas (621 mm) y en doce horas (720 mm), en los dos últimos casos duplicándose el récord anterior.
Del Campo ha indicado que, aunque por episodios como este "se ha demonizado el término 'dana'", no deja de ser "un fenómeno atmosférico que, por sí solo, no puede provocar lluvias torrenciales, ni siquiera lluvias".
"Dependiendo de su ubicación, puede provocar olas de calor", ha indicado.
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