El
paralelismo de los gobiernos del cambio en cualquiera de sus ámbitos
sea el nacional, el autonómico o el local se va a convertir en
objeto de estudio, sin duda.
Incumplir,
gastar lo que no se tiene, 12.000 millones de euros, a costa de la
recuperación económica, de los impuestos y más deuda, es una
fórmula que en España no ha dado resultados y sobre los que sus
efectos ya conocemos si miramos a nuestro pasado en donde, otro
gobierno del mismo signo, el de Zapatero, nos arrastró a la peor
crisis que hemos padecido en la reciente historia de nuestro país.
Si
observamos al cuatripartito que preside Quico Fernández, vemos cómo
durante estos años diseña presupuestos durante estos años que para
dar cobertura a los 12 millones de más que quiere gastarse y para
ello no duda en subir la presión fiscal a cada vecino.
Suben
la presión fiscal con más impuestos, volviendo a poner los que
eliminamos o creando nuevos y cargando con 3 millones más lo que se
pretende recaudar con las tasas cuando liquidación tras liquidación
lo pone en evidencia demostrando que no se producen; aumentado la
deuda pasando cada vecino de pagar algo más de 200 euros a más de
500 euros al año, hipotecando a la ciudad que de 3 millones pasamos
a pagar 5, cada año para pagar esos préstamos.
Como
ven tienen una capacidad de gestión, nula pero su capacidad de gasto
es infinita. Son unos auténticos irresponsables.
Por
eso tampoco sorprende que Pedro Sánchez en la oposición criticara
sin dudarlo el acuerdo de libre comercio con Canadá, y bastara con
que los “indepes” y la izquierda lo hayan hecho presidente y que
se vaya de visita para defenderlo como si le fuera la vida en ello,
como ejemplo de prosperidad y generación de riqueza.
Pero
al gobierno local, le pasa lo mismo y si no recuerden a Quico
Fernández y su pancarta de ni térmica ni regasificadora, o cuando
en plena crisis se paseaba por las televisiones criticando Parc
Sagunt o no apoyaba Vida Nova Parc y ahora son sus proyectos estrella
de la legislatura.
Esta
es la visión que demuestran en general los gobiernos del cambio y
que en nuestra ciudad en concreto personaliza Quico Fernández y su
Compromis junto a sus socios.
Ni
un solo empleo de los generados hoy con esos proyectos podría ser
una realidad porque nada de esto estaría hecho.
Pero
es que ahora a Quico Fernández como a Pedro Sánchez no les duele
cambiar sus principios por otros. Por eso ahora a Pedro Sánchez le
encanta el tratado de libre comercio y a Quico Fernández Parc
Sagunt, los centros comerciales, el pantalán, el solar de Quevedo…
Todos proyectos del PP que no apoyó y que hoy se apunta porque no le
queda otro clavo donde agarrarse.
Y
que les sirven para intentar tapar su nefasta gestión que más allá
de lemas, como su manoseada “civitas
amabilis” no es capaz de tapar la realidad de toda una legislatura.
Los
vecinos se quejan de sus barrios abandonados, olores, plagas,
suciedad, de los desmedidos ataques a los sectores productivos como
el industrial, comercial y hostelero, falta de nuevos proyectos,
mientras nuestro patrimonio languidece y da muestras de incapacidad
en gestionar todos los problemas y proyectos que se le agolpan.
Ahora
con la legislatura agotada, como ellos, en el tiempo añadido quieren
y no pueden dar otra imagen de frescura, agilidad y resultados, pero
la realidad es muy tozuda.
Y
todo esto y más tienen un denominador común, un copyright gobiernos
del cambio, pero ni España ni nuestra ciudad se lo merece.
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