Informe enviado por el centro penitenciario a la jueza del caso ErialLa subdirectora médica del centro penitenciario de Picassent, donde permanece ingresado Eduardo Zaplana, coincide plenamente con la valoración del equipo médico de La Fe que atiende al ex ministro, capitaneado por el hematólogo Guillermo Sanz.
Dice el informe de Picassent enviado a la juez instrutora del caso Erial: “Las lesiones producidas por la Enfermedad Injerto contra el Huésped (EICH) se han extendido y agravado, constatándose una pérdida progresiva de peso con hipoproteinemia asociada e hipertensión, apareciendo patologías nuevas como anemia e hipertensión arterial”.
Por ello, la subdirectora médica coincide con la necesidad planteada por Guillermo Sanz, pese a las iniciales reticencias del juzgado, de ser ingresado y hacerlo, además, en La Fe, como así se decidió el 18 de diciembre. Allí fue trasplantado de médula hace tres años y es allí donde se dispone de su historia clínica completa y la tecnología necesaria para determinar el origen de la anemia y la hipertensión arterial, tal y como solicita la subdirectora médica de Picassent en su escrito enviado al juzgado el 14 de diciembre.
Como se recordará, el 20 de diciembre, la instructora reclamó explicaciones al jefe de Hematología de La Fe acerca de por qué se le había trasladado al centro de Malilla y no al Hospital General, donde existe una unidad para atender a los reos.
El informe de Picassent recuerda al juzgado instructor número 8 que el ex president de la Generalitat es “una persona con inmunosupresión severa, diagnosticado con leucemia aguda mieloblástica y EICH”.
Por el momento, los informes médicos, tanto de La Fe como de la cárcel, han hecho replantearse a la juez su inicial pretensión de devolverlo a su celda con carácter inmediato, en cuanto se hubieran realizado las clínicas.
Según ha podido saber en exclusiva El Periódico de Aquí, no se han producido nuevas comunicaciones entre el juzgado y el hospital, por lo que Zaplana continúa ingresado, de manera incomunicada y custodiado por una pareja de la Policía Nacional.
Las personas habilitadas para visitarlo no pueden hacerlo con ningún dispositivo electrónico, ya que son cacheadas previamente. Como informamos ayer, la magistrada ha variado también su criterio acerca de habilitar a Rosa Zaplana para asistir a su padre en el hospital, en calidad de abogada. Hasta ayer, sólo podía visitar a su padre 45 minutos semanales, con el mismo régimen de su hermana y de su madre.
Un cambio de criterio que no llega porque sí sino por la queja presentada por la también letrada Amparo Carmen Gallego ante el Colegio de Abogados de Valencia. Desde el ingreso hospitalario de Zaplana, sólo se le permitía recibir asesoramiento jurídico de Daniel Campos y no de Carmen Gallego y de sus dos hijas, como sí sucedía en Picassent.
El 24 de diciembre, el Colegio de Abogados, en un escrito firmado por su decano, Rafael Bonmatí, daba amparo a Carmen Gallego. “Se desprende vulneración de la independencia y libertad de actuación profesional del abogado, así como del derecho de defensa y libre elección de abogado”. Todo ello, prosigue Bonmatí, en virtud de la regulación de la figura del abogado colaborador.
Eduardo Zaplana fue detenido y enviado a prisión en mayo, en el marco de la operación Erial que investiga el presunto cobro de comisiones ilegales durante su etapa al frente de la Generalitat Valenciana. Hasta en cinco ocasiones se le ha denegado la libertad provisional. Zaplana permanece incomunicado en prisión preventiva.
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