Exploradores en la sabana africana observando a las jirafas. BIOPARC
Las vacaciones escolares,
para los más pequeños, son sinónimo de nuevas y grandes
experiencias, algunas que siempre recordarán. De amistad y diversión
compartida, de aprendizaje
diferente del que tienen en la escuela
pero igualmente importante para su desarrollo. De enseñanza en
valores, de conocer otras personas y también culturas y, en muchos
casos, de pasar los primeros días y noches “lejos” de casa. En
definitiva, días
para disfrutar del tiempo estival y momentos únicos.
“Expedición África”
de BIOPARC Valencia
se ha convertido en un clásico entre las propuestas de “ocio”
para las vacaciones, con el añadido muy valorado por las familias,
de que se trata de “ocio
con causa”, donde la educación y la diversión van de la mano.
Y entre todas las actividades que se realizan, sin duda,
la más esperada
llega los viernes, cuando los “exploradores” se preparan para
“dormir
en la sabana”,
una experiencia inolvidable con la alucinante yincana
nocturna
con la que recorrerán el parque en la oscuridad. Acción que se
inicia montando todo un campamento con tiendas de campaña en el
anfiteatro de BIOPARC para pasar la noche bajo la luz cálida de la
luna de julio.
La programación de la
escuela de
verano de
este año se alargará hasta el 20 de julio, donde niños
y niñas de entre
5 y 12 años
pueden elegir entre la opción de una semana o quince días para
sentirse rodeados de naturaleza salvaje. Bajo la temática “Viaje
a los reinos perdidos”,
se organizan contenidos semanales distintos con “El reino del león”
donde descubren los animales más extraordinarios de la sabana y “El
reino del dragón” con una aventura llena de magia y seres
fantásticos.
Durante estos días ya han
podido sentirse en el corazón de África, ayudando
a los cuidadores y expertos de BIOPARC
en algunas de sus tareas, entre ellas, la alimentación de especies
tan distintas como lémures,
suricatas, puercoespines o leones.
Y también han podido comprobar la dificultad de atender animales
como cocodrilos
o los “raros” oricteropos.
Así, se han emocionado al acceder
a zonas internas del parque, hasta ahora desconocidas para ellos,
donde han comprobado la importancia del trabajo que garantiza el
bienestar de todos los animales. También el
juego
tiene un papel destacado, donde el agua cobra protagonismo para
refrescarse en los momentos más cálidos de la jornada. Igualmente
se realizan excursiones y salidas para incidir en el conocimiento de
temas medioambientales como la visita al Observatorio de Cambio
Climático o de otros animales “no salvajes” como los que se
encuentran en las granjas o las mascotas.
Se trata, en conjunto, de
una propuesta de gran interés, tanto por los participantes como por
sus familias, con un compendio
de diversión infantil y enseñanzas
que se ofrecen en un entorno tan especial, una aceptación que se ve
reflejada en el hecho de que es muy común que los niños y niñas
repitan varios años su particular “Expedición África”.
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