Ya lo dijo su mesías Rivera desde su impoluta trona del Congreso, es de traca. Pero de traca interna. Sus huestes, tal ejército de Pancho Villa, rozan el esperpento en estas latitudes. La sufrida Comunitat Valenciana, sangrada en estériles conflictos sobre banderas e himnos, tiene ahora que padecer las ocurrencias de los últimos en llegar, los cuales como maná llovido del cielo intentan torpemente instrumentalizar batallitas que huelen ya a naftalina. Ciudadanos en este tierra está plagado de contrasentidos, incoherencias y patochadas, resultado de una opción sin discurso ni aporte en ciertas cuestiones básicas para los valencianos. Mejor que no se metan, ya que rozan la incongruencia más ridícula y miope en todo aquello relacionado con la identidad y la vertebración de la sociedad valenciana, su territorio y su concepción como pueblo.
Ya se estrenó la ínclita Carolina Punset con aquello del aldeanismo de los valencianohablantes, o que para ella como ciudadana del mundo que desconocía la provincia de Castellón, igual los antitrasvasistas catalanes tenían razón. Y viene ahora Alexis Marí, y anuncia a bombo y platillo el acto convocado para el
próximo miércoles 27de abril, en defensa de la Constitución y el Estatuto
de Autonomía en la céntrica Plaza de Manises, frente al Palau de la Generalitat. Sumándose al trio lalalá Fernando Giner, el cual desde su virreinato capitalino intenta hacer virguerías para seducir a las cenizas de lo que queda del búnker barraqueta y erigirse como el nuevo Palleter del blaverismo irredento.
Pero vamos a ver, Ciudadanos votó en su día a favor de la derogación de la Ley de Señas de Identidad impulsada por
el PPCV aduciendo
que su partido "no defiende lo que sirve para separar a los
ciudadanos" y que era una ley que "nunca tuvo que ser
aprobada", porque "no protege nada y ofrece una imagen rancia"
de los valencianos. Y para más señas, ahondando en su patética estrategia inconexa, este presunto partido que quiere erigirse como
defensor de los intereses de los valencianos ha votado varias veces en contra de cuestiones clave para dicha defensa, como por ejemplo cuando se abstuvo en la
votación en el Congreso de la reforma del Estatut d'Autonomía que blindaba las inversiones
del Estado en la Comunitat Valenciana. Amén de otras cuestiones valencianas por las que se ha
ido criticando su actitud, como ha sido su posición contraria respecto
al reconocimiento de la deuda histórica valenciana -compensación por la
infrafinanciación autonómica- o votar en contra del apoyo a las peticiones de retirada de recursos de
inconstitucionalidad contra el derecho civil valenciano. Tomen buena nota, pues.
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