Según datos de la Dirección General de Salud Pública de
la Generalitat Valenciana publicados en febrero de este año, en 2012 se diagnostican alrededor de 20.118 casos
de cáncer. Si bien en los últimos años ha habido un descenso de la
mortalidad por este tipo de enfermedades, en 2011 hubo 11.486 fallecimientos a causa de cáncer en esta comunidad autónoma. A pesar del aumento del número de
largos supervivientes gracias a la innovación oncológica, desde que ha
comenzado el presente año son muchas las voces que se han alzado para reivindicar
el acceso rápido y equitativo a dicha innovación, “cuyos éxitos están en peligro debido a la crisis económica y los
recortes sanitarios” explica el doctor
Carlos Camps, presidente de la Fundación ECO y jefe del Servicio de Oncología
Médica del Hospital General de Valencia.
En este marco, el documento Por una Atención Oncológica de Calidad. El valor de la
innovación, elaborado a partir
del Foro con el mismo nombre, que la Fundación ECO organizó el pasado mes de
septiembre con la colaboración de Roche, recoge algunas recomendaciones para
mejorar el acceso a la innovación oncológica, como separar la gestión
económica de la clínica, que los resultados en cáncer de los centros sean
públicos (tasa de mortalidad,
supervivencia, diagnóstico, etc.) o la priorización
presupuestaria en torno a la innovación con una asignación específica. El documento de la Fundación ECO recomienda, en relación
a la investigación, potenciar el trabajo realizado en nuestro país como
estandarte del desarrollo de la innovación. En este sentido, se propone impulsar la investigación clínica como eje
fundamental para el cambio y para avanzar en el tratamiento individualizado
en la Oncología, promover la
participación en investigación clínica, así como acelerar los trámites de
aprobación y de acceso a la misma por parte de los pacientes.
“Es fundamental que la innovación llegue
a los pacientes que la necesitan en forma de tratamiento rápida y equitativamente”,
explica la doctora Ana Lluch, patrona de la Fundación ECO y jefa del Servicio de
Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia. “En este marco, el oncólogo es el que tiene
el amplio conocimiento sobre qué pacientes deben recibir uno u otro tratamiento
y debe saber optimizar los recursos para que las terapias oncológicas
innovadoras lleguen a los pacientes que se pueden beneficiar de ellas”.
A este respecto, la doctora Ana Lluch hace hincapié en
que los avances más importantes en el tratamiento del cáncer durante los
últimos años se han dado en los tumores de próstata, colon, pulmón, melanoma y
mama. “La identificación de marcadores,
como el K-RAS en cáncer de colon, el Her2 en cáncer de mama o la mutación FGR
en pulmón ha hecho posible que contemos con tratamientos más específicos, con
menos efectos secundarios y mayor probabilidad de ser eficaces en los pacientes
en los que están indicados”.
Propuestas para la
innovación
El acceso a la innovación y a la calidad en la atención
oncológica pasa por la incorporación de los avances tecnológicos y terapéuticos
en la práctica clínica diaria. Para ello, en palabras del doctor Eduardo Díaz-Rubio, vicepresidente de la Fundación ECO, “es fundamental que decisores políticos y
gestores sanitarios establezcan prioridades y planifiquen el acceso a la
innovación, con el fin de que el oncólogo pueda decidir, en base a criterios
clínicos y conjuntamente con el paciente, el mejor tratamiento posible según
las características de su enfermedad”. En este sentido, el documento Por una Atención Oncológica de Calidad. El
valor de la innovación concluye que expertos
y pacientes creen que de seguir existiendo retrasos en la inclusión de la
innovación terapéutica oncológica en la práctica clínica, así como diferencias
territoriales incluso entre centros de una misma comunidad autónoma, lo
conseguido hasta ahora en Oncología en términos de supervivencia y calidad de vida en España puede sufrir un retroceso
importante. “Sólo trabajando para la
incorporación de la innovación en nuestra práctica clínica diaria, podremos
evitar que disminuya la tasa de supervivencia del cáncer con la que contamos en
la actualidad en España, que se encuentra por encima de la media de
supervivencia de otros países de nuestro entorno”, explica el doctor
Díaz-Rubio.
¿Qué hacer para promover el acceso rápido y equitativo a la innovación ya
disponible y a la que llegará en un futuro cercano? En palabras del doctor
Camps, “es necesario establecer financiación específica de las innovaciones, de forma que no
queden en “tierra de nadie”,
más aún en una época de crisis económica”.
A este respecto, según se pone de manifiesto en el documento presentado, si la
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios aprueba un nuevo
tratamiento y no hay un presupuesto
destinado a la incorporación de la innovación en la práctica clínica, es muy
difícil que ésta sea asumible por el Sistema Sanitario.
“Además –hace hincapié el doctor Díaz Rubio- se debe separar la gestión económica de la clínica, siendo fundamental que la gestión del conocimiento
en torno a la práctica clínica diaria esté en manos de los clínicos”. Desde
el mismo punto de vista, este experto destaca otra recomendación que se extrae
del documento de la Fundación ECO: “Se
debe crear un sistema que induzca realmente a tener los mejores resultados en
salud y la mejor eficiencia. Esto sólo es viable a partir de un planteamiento
en el que haya una transparencia total
sobre la actividad y resultados en salud de los diferentes centros y donde se
contemple la libre elección”.
[1] Datos del Instituto Nacional de Estadística publicados en
febrero de 2013
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