El inicio de la pretemporada en los
equipos de fútbol supone la vuelta a los entrenamientos de forma regular y la
aparición de posibles lesiones en los pies de los jugadores al intensificar su
trabajo después de un tiempo de descanso.
Desde el Ilustre Colegio de Podólogos
de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha señalado que las dolencias más
frecuentes al comenzar los entrenamientos son las rozaduras y ampollas, lesiones poco importantes pero altamente
incapacitantes. En este sentido, han destacado que el trabajo periódico con un
podólogo contribuye a reducirlas en un 95%.
Junto a éstas, otras de las lesiones en
los pies más frecuentes en pretemporada son las uñas incrustadas, las duricias
o los hematomas debajo de las uñas, principalmente de la uña del dedo gordo o
del segundo dedo que deben ser tratados por un podólogo, para drenar todo el
líquido contenido y aplicar medios antisépticos que eviten la infección y su
empeoramiento.
“El trabajo del podólogo junto con el resto del equipo médico del club es
fundamental porque contribuyen en un alto porcentaje a reducir las lesiones por
sobrecargas y a incrementar el rendimiento deportivo de los jugadores”, ha destacado Alfredo Martínez,
presidente del ICOPCV.
Los pies de estos deportistas están
sometidos a importantes impactos por la propia dinámica del deporte, los golpes
contra el balón e, incluso, sufren las fricciones por las medias y las botas.
Por eso es clave su revisión periódica por un podólogo y escoger estos últimos
adecuadamente: las medias deben ser de fibras naturales y permitir la
transpiración y las botas adaptarse perfectamente al pie y ser la talla adecuada
para evitar posibles lesiones.
Niños y fútbol
En el caso de los niños, cuando
practican fútbol de forma habitual, es imprescindible visitar al podólogo antes
de comenzar la temporada para comprobar que no existe ninguna anomalía. De esta
forma, si se detecta algún problema en la marcha o en el gesto deportivo se
podrá tratar a tiempo para evitar futuras lesiones e instaurar tratamientos que
mejoren su rendimiento deportivo.
Entre las dolencias más comunes entre
los 7 y 14 años destaca la Enfermedad de Sever que produce un intenso dolor en
el talón que impide la práctica deportiva y que, pese a ser una dolencia por el
crecimiento, requiere ser tratado mediante la utilización de unas plantillas
personalizadas que mejorarán los puntos de presión en el pie, de manera que el
niño pueda seguir realizando su práctica deportiva habitual.
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