Analizando los Presupuestos Generales presentados hace uso
días, hay que indicar que, después de
dos años de fuertes recortes, la partida destinada a
Educación contará
con un importe final de 2.150 millones de euros, un 30,5% menos que el nivel de gasto del 2010.
Esta cifra pone en evidencia al Ministerio de José Ignacio Wert, puesto que
confirma que el proyecto de reforma educativa (LOMCE), actualmente en trámite parlamentario, carece de financiación y de memoria económica que impulse las medidas
contempladas. El Ministerio de Educación renuncia a llevar a
cabo las políticas educativas acordadas y cofinanciadas con las comunidades
autónomas, consolidándose la desaparición de los diferentes programas de
compensación territorial: PROA, Educa3, nuevas tecnologías, libros de texto,
etc.
El Gobierno del PP da la espalda a los problemas y propuestas
educativas que se vinculan con la situación de crisis: se frenan
las actuaciones relativas a la FP; no se impulsa el incremento la
escolarización postobligatoria ni se apuesta por reducir la tasa de abandono
educativo temprano y mejorar la formación de los jóvenes en situaciones de desempleo
o exclusión social.
El presupuesto de Educación profundiza, además, en el empeoramiento de las condiciones de los profesores y el personal de
administración y servicios, que disminuyen mientras crecen los
alumnos y las ratios.
Como botón de muestra, cabe destacar la reducción de 2 millones de euros en
profesorado de Infantil, Primaria y Secundaria, que afecta por igual a
laborales y funcionarios; el freno de la financiación (4,7 millones menos)
destinada a impulsar el sistema Nacional de las Cualificaciones y a mejorar la
Formación Profesional, la gran apuesta del Gobierno; la disminución (casi en 5
millones) de los fondos de las becas Séneca y de Programas Internacionales; la
congelación, tras anteriores descenso, de la raquítica partida destinada a
Educación Compensatoria; la reducción (4 millones) de la partida destinada a la
Mejora de la Calidad Educativa (Programa 322L); y el descenso (17 millones) de
los fondos para ayudas a la adquisición de libros de texto.
En Ceuta y Melilla, dependientes del
Ministerio de Educación, se continúa apostando por la privatización y el
incremento de los conciertos educativos.
Además, los presupuestos penalizan a la Universidad de Educación a
Distancia (UNED), que, un año más, pese al incremento de su
alumnado y su función social y de segunda oportunidad, sufre una reducción de
la financiación.
Por último indicar que ninguno de los
programas alcanza los niveles de gasto de 2010, salvo el de Servicios
Generales. Además, excluyendo las becas, la cuantía del resto de los programas
se ha reducido, en 2014, a un 41% de su financiación en 2010.
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