La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero. Los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año 2021 son una oportunidad para realizar las transformaciones económicas y sociales que situaran a la Comunitat Valenciana a la vanguardia de nuestro país.
Las cuentas, que esta semana han pasado la tramitación por el Senado, se asientan sobre cuatro grandes principios: cambio de modelo productivo, una economía del conocimiento que priorice la educación, la formación y la investigación. Además, se refuerza la red de seguridad del bienestar e implementará los fondos europeos para avanzar hacia una economía con mayor valor añadido, más digital y basada en la transición energética.
Los grandes retos que resumen la acción del Gobierno de España, y la visión que tenemos de nuestro país en el medio plazo, se concreta en los tres grandes ejes de transformación. Estos cambios van a suponer un mayor valor añadido y nos hará más competitivos como país.
En primer lugar, la transición ecológica justa va aportar una perspectiva de inclusión. La Comunitat Valenciana es la zona cero en España de las consecuencias del cambio climático y a través del plan estratégico nacional del clima vamos a invertir en mejores infraestructuras. Hasta el 2030 tenemos de tiempo para descarbonizar la economía industrial y reducir el impacto de nuestra especie sobre el planeta, donde las empresas valencianas van a jugar un papel clave.
Por lo tanto, el 37% de los fondos se van a destinar a inversiones verdes para reforzar y capitalizar el impulso de innovación de las empresas, las administraciones públicas y las asociaciones para poner soluciones al plan de acción política. Así, hay que ser líder en energías limpias, movilidad sostenible y economía circular.
En segundo lugar, hay que destacar el plan de economía digital que situará a nuestro país a la vanguardia de la modernización. Por primera vez España está en condiciones de subirse al tren de una revolución industrial, esta será la cuarta, y lo hará en el vagón de cabeza. Las infraestructuras de fibra óptica son de las mejores de Europa, porque podemos ser líderes mundiales del 5G y porque el ecosistema empresarial y la formación profesional van a llenar de competencias digitales los currículos de nuestros jóvenes. A ello se van a destinar el 33% de las partidas del plan de recuperación económica.
En tercer lugar, la igualdad de entre mujeres y hombres. Las mujeres somos quienes estamos sufriendo de manera mucho más acusada el impacto de la pandemia. Queremos que las mujeres desarrollen todas sus capacidades sin ninguna merma ni limitación. Ya no hay ninguna excusa para que en cualquier estadística no haya igualdad plena, real y efectiva entre hombres y mujeres. En la estadística de jóvenes que cursan ingenierías o carreras técnicas; en la estadística de los salarios; en la estadística de puestos directivos; en la estadística de pensiones o de la formación profesional. Y el momento es ahora.
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