Carles López.
Pocas cosas quedan
por decir ya de las tarjetas de Caja Madrid. De ese tema lo que más me ha
sorprendido ha sido el escándalo generalizado sobre el tipo y cuantía de
algunos gastos. Estamos hablando de miembros del Consejo de Administración de
una Caja de Ahorros que en ese momento quizá fuera la cuarta o quinta entidad
financiera del país. Sí, esa gente gana una pasta. A mi lo único que me
sorprendía de ese tema era su falta de preparación, valía y trayectoría profesional
y personal para estar ahí. Eso sí que era preocupante.
Los ricos existen,
señores y señoras. Y se gastan doscientos euros en una botella de vino. Y esa
no es de las más caras. Y en una noche se pueden gastar dos mil euros en una
discoteca. Una buena cena puede costar quinientos euros así sin respirar. Los
ricos existen. Tienen mucho dinero. La mayor parte por vía hereditaria como
dice un tal Pikety. Y una minoría a base de mucho trabajo y algún peloteo que
otro especialmente político.
¿Que sopresa no? Los
ricos existen y se gastan el dinero en lencería y algunos en sexo de peaje. Y
sí, protegen sus patrimonios, quieren pagar pocos impuestos. Y quieren que sus
empleados trabajen por el menor dinero posible para poder ganar todavía más
dinero.
Los ricos existen. Y
van ganando. Cuando en la tele dicen que “suben los índices de desigualdad”
en realidad te están diciendo que cada vez son más ricos. Cuando en la radio
dicen que “hay un proceso de concentración de la riqueza” significa que cada vez
tienen más poder y más pasta.
Y sí, los ricos
existen. Y un conocido broker decía que para que unos ganen otros tienen que
perder. Pues la izquierda teórica, la izquierda ideal (de ideas e ideales)
intenta que unos pocos no ganen tanto para que otros muchos no lo pierdan todo.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia