Un sismógrafo recoge una réplica de un terremoto en una imagen de archivo. EFELos últimos terremotos registrados en la Comunitat Valenciana, esta madrugada en el Golfo de Valencia y en Llocnou de la Corona, de 2,7 y 1,8 grados en la escala de Richter, respectivamente, son "habituales" y no tienen ninguna relación con el fenómeno que se está produciendo de Granada.
Según ha explicado a EFE el catedrático de Geofísica del departamento de Ingeniería Cartográfica de la Universitat Politècnica de València (UPV), Francisco García, estos fenómenos "es normal que se produzcan" y por su fuerza, magnitud y energía son "terremotos pequeños, moderadamente bajos", que sirven para liberar poco a poco la tensión y esfuerzos internos terrestres.
"Mucho mejor es esto que si todas esas tensiones se acumularan en un punto y de forma súbita liberase toda la energía acumulada generando un terremoto significativo", ha afirmado García, quien ha considerado mejor que "los equilibrios se vayan produciendo poco a poco, que las zonas se estabilicen y las fallas muevan".
García ha precisado que no se puede predecir si va a ocurrir un gran terremoto, y ha puesto como ejemplo el caso de Montesa (Valencia), un 23 de marzo del año 1748, que fue un enjambre de sismos y de pronto hubo uno más fuerte, o el de Tavernes de la Valldigna (Valencia) del 18 de diciembre de 1396, donde la tierra estuvo moviéndose durante dos años hasta que llegó el de gran magnitud (estimado entre 8 y 9 grados en la escala de Mercalli).
"Se han producido en los últimos diez días enjambres de terremotos en toda la zona de Xàtiva y de Alcoy y no pasa nada", ha manifestado, y lo mejor es que "se vaya liberando la energía poco a poco".
La Comunitat Valenciana está en la placa euroasiática, que se subdivide en otras placas, en su caso en la ibérica, "y estamos empujados por la europea y africana y por la microplaca de Alborán" por lo que "tenemos todo el festival".
Sobre la situación que se está produciendo en Granada, el experto explica que la provincia andaluza es singular, al estar muy cerca del contacto y recibir un gran empuje de la placa africana.
En su caso está afectada por la africana, la de Alborán y recoge por el norte los esfuerzos de la euroasiática, por lo que se encuentra "en un punto muy delicado".
De hecho, recuerda, el famoso Terremoto de Andalucía del 25 de diciembre de 1884 se produjo también en la provincia de Granada, en Arenas del Rey, con una magnitud de entre 6,2 y 6,4 grados en la escala de Richter.
Las grandes montañas no están porque sí, el pico más alto y volcánico de la península ibérica es el Mulhacén (Granada) porque está llevando todos esos empujes que hacen que se eleve, igual que pasa con el Himalaya, ha explicado.
En la Comunitat Valenciana, ha añadido, los grandes terremotos se han producido en el sistema ibérico, donde están los picos más altos de esta región, en las zonas de la Canal de Navarrés, la Vall d'Albaida o La Safor.
En el caso de los últimos sismos en Granada, el catedrático ha dicho que se espera que sea también un enjambre de terremotos como recientemente pasó en la provincia de Jaén, pero ha advertido de que aunque se sabe dónde está la mayor probabilidad de producción de movimientos sísmicos es muy difícil prever un gran terremoto.
"La pregunta del millón, exactamente la fecha y hora" de un sismo de gran magnitud "no se puede saber", ha aseverado.
"La tierra es ella y está viva y nuestra obligación es estudiarla", ha añadido García, y para ello se cuenta con las redes sísmicas y equipos tecnológicos muy avanzados que permiten profundizar en su estudio.
Según García en nuestro país falta "cultura sísmica" para que estos fenómenos no sean vistos por la población como "anormales", más difundida en California o en Japón, zonas acostumbradas a convivir con estos movimientos.
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