Servicio de salvamento marítimo de Sagunt. EPDAEl Ayuntamiento de Sagunt lleva casi un año sin pagar las horas extraordinarias a los trabajadores del servicio de Salvamento y Socorrismo de playas. Es lo que denuncian algunos de los propios afectados, que lamentan la falta de información y las afirmaciones contradictorias que les llegan desde el consistorio, una manera, según ellos, de “darles largas”.
Tal y como afirman algunos de estos trabajadores, desde junio de 2019 el Ayuntamiento no ha abonado a todos los compañeros del servicio la cantidad correspondiente a la actividad extra que realizaron durante la temporada pasada y a día de hoy no saben qué ocurrirá. “Hablamos de cantidades que llegan hasta los 1900 euros”, comentan. Además, les han asegurado que no recibirán interés de demora ni tampoco cobrarán la participación en un curso a pesar de que en un primer momento les avisaron de lo contrario.
Según fuentes cercanas al personal de socorrismo, el Ayuntamiento les proporciona poca información y cambia de versión conforme transcurre el tiempo. “Hay mala comunicación entre la concejalía de Playas y el personal, ponen trabas. Primero nos dijeron que el problema de atrasos tenía que ver con la baja en Intervención, pero que lo estaban gestionando. Luego nos dijeron que era un asunto de tesorería y que el concejal de Playas lo estaba intentando agilizar. Además, tuvieron que corregir las horas plasmadas en las nóminas porque no se correspondían con las que habíamos hecho. Siempre tenemos esperanza pero luego lo que se nos dice no se cumple, no sabemos qué hacer”, explican. Tampoco entienden por qué algunos de los empleados sí han cobrado y otros no.
Convocatoria
Al parecer, los problemas se remontan a la convocatoria de plazas de socorrista correspondiente a la temporada 2018-2019, momento en que no se cubrieron todas las plazas de la bolsa y por parte del Ayuntamiento se tuvo que adelantar la convocatoria del año 2020 para intentar suplir los puestos. Esto supuso que algunos de los empleados en plantilla tuvieran que estudiar para las nuevas pruebas mientras se encontraban trabajando. “Se hizo una nefasta gestión de la convocatoria”, valoran.
Debido a la ausencia de más de una decena de socorristas que deberían haberse incorporado a la plantilla durante 2019, los trabajadores disponibles en aquel momento se vieron obligados a redoblar su esfuerzo y hacer horas extraordinarias, hasta el punto de no poder descansar en tres semanas.
La falta de personal repercutió en el servicio prestado y, a pesar del riesgo que conllevaba esta situación, las playas se abrieron con normalidad. “Y no sólo faltaba personal, sino todo lo necesario para poder realizar el trabajo en condiciones seguras tanto para nosotros como para los bañistas”, aseguran. “Tras nuestro esfuerzo por mantener la playa en marcha en condiciones pésimas, ahora nos ponen trabas para pagarnos lo que nos toca”, concluyen.
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