La concentración tendrá
lugar el día 24 de Abril a las 18:30
horas en la Oficina Principal de Barclays c/ Barcas nº 4
de Valencia. Otras medidas como
asambleas de trabajadores, paros parciales y jornadas de huelga también se
contemplan en su calendario de movilizaciones.
El Sindicato UGT-PV ha informado de que Barclays pretende
despedir a 1.100 trabajadores de una plantilla total de 3.350 y cerrar 162 oficinas de un total de 430. El
plan propuesto por la dirección, a todos los empleados significa
el despido de uno de cada tres trabajadores y el cierre de una de cada
tres oficinas en toda España. Esto supone para la Comunitat el despido de aproximadamente 100 personas y
el cierre de aproximadamente 25 oficinas. Estas cifran deben añadirse a las que
ya generó el plan de ajuste de 2011 que
se tradujo en la pérdida de aproximadamente 60 puestos de trabajo en nuestro
territorio. "Quieren despidos obligatorios y en condiciones que no podemos
asumir, máxime cuando todavía tenemos un ERE en vigor hasta el 31-12-2013, que
fue firmado en junio 2.011 y contempló medidas de salidas voluntarias y no
traumáticas" han manifestado los afectados.
Los empleados de la entidad han manifestado a los medios "pertenecemos a un gran
banco internacional cuyo beneficio antes de impuestos han alcanzado en 2.012
los 7.048 millones de £, un 26% superior al año anterior, que ha
aumentado el dividendo por acción y con
amplia solvencia que supera ampliamente los ratios exigidos por
los reguladores. Además cuenta con
150.000 millones de libras de liquidez y es uno de los dos únicos bancos
británicos que no han necesitado ayudas gubernamentales en estos años de
crisis. Tal como el propio banco informa habitualmente a los clientes
españoles: “Somos el 4º grupo bancario por activos gestionados. Contamos con
150.000 millones de liquidez,”. A noviembre 2.012 Barclays era con 38 mil
millones de euros el 7ª mayor banco europeo por capitalización".
Los trabajadores, a
través de su Comité de empresa, exigen a la dirección salidas no traumáticas
que no agraven más el drama del desempleo, además de un plan de viabilidad y
estabilidad de futuro. "No deben ser los trabajadores los que paguen la mala
gestión de sus directivos, que lanzaron un plan de expansión en España en plena
crisis económica cuyas consecuencias pagamos ahora, ni tampoco son responsables
de las numerosas y cuantiosas multas que sus malas prácticas de sus altos
directivos han generado a la entidad a nivel mundial".
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