Una persona trabaja esta mañana en la panadería Forn de Toni. EFELa venta de pan en algunos hornos tradicionales valencianos ha caído hasta un 60 por ciento por el cambio de costumbres a la hora de comprar tras el confinamiento, según ha explicado a EFE el gerente de Forn de Toni, Luis Montoya.
El hornero ha sostenido que "se vende muy poco, porque la gente sale muy poco", lo que les ha obligado a apostar por nuevas formas de relacionarse con los clientes.
En este sentido ha explicado que, aunque ya tenían clientes habituales que les realizaban pedidos, han incrementado el reparto a domicilio y el trabajo por encargo, lo que también les permite "organizar la producción y el trabajo".
A pesar de que están notando el descenso en las ventas, en este establecimiento han decidido no despedir a nadie y la plantilla trabaja y va librando cada dos días.
Ha señalado además que las panaderías son una actividad económica esencial según el decreto del Gobierno, lo que "complica muchísimo las posibilidades de tramitar un ERTE".
En cualquier caso, ha añadido, su "intención es seguir trabajando y peleando día a día" hasta que vuelva la normalidad y "la alegría, que de alguna forma se nos ha ido un poco".
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