Imagen de la tradicional mascletà. Foto: EPDA.
La festividad de las Cruces de Mayo
tiene un significado especial en el barrio de la Creu de Mislata, uno de los
históricos de la localidad, ya que los vecinos adornan cada año con especial
esmero la Cruz Cubierta del municipio, el monumento más emblemático de cuantos
existen en el término municipal.
Desde finales del pasado mes de
abril, los vecinos del barrio de la Cruz han estado inmersos en la celebración
de sus fiestas particulares que han finalizaron este fin de semana con una
notable participación. Después de la cena y el concierto de Ovidi Twins del
viernes por la noche, los vecinos de la Creu madrugaron el sábado con la
despertà y al mediodía celebraron un mercado del intercambio.
Durante toda la tarde el protagonismo
fue para los más pequeños, con una fiesta infantil que incluyó cucañas, talleres
infantiles, castillos hinchables y una merienda para reponer fuerzas. Y por la
noche, tanto los niños como los mayores disfrutaron de la clásica torrà
d’embotit y una verbena.
Y ayer domingo se concentraban los
actos religiosos de costumbre, entre los que se encuentra la misa en honor al
Santísimo Cristo de la Cruz, el vino de honor y la ya tradicional mascletà. El punto final de esta programación
festiva fue la procesión, donde festeros, falleros, autoridades políticas y
vecinos del barrio volvieron a mostrar el fervor al Cristo acompañándole en
procesión por las calles de barrio.
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