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Lucir unos pies cuidados no es sólo cuestión de estética
Las duricias, los callos y los signos de deshidratación delatan problemas de salud
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REDACCIÓN - 22/08/2017
Estas afecciones podológicas no solo son cuestión de
estética aunque a simple vista sea lo que más nos llame la atención. ¡A quién
no le ha parecido un acto de descuido personal ver unos talones secos y
agrietados! Pero en condiciones extremas, esa sequedad mantenida en los talones
puede dar lugar a grietas que interrumpen la continuidad de la piel, además de
ser muy dolorosas y difíciles de tratar.
Como explica la podóloga y vicepresidenta del Colegio de
Podólogos de la Comunidad Valenciana, Estefanía Soriano, “lo mismo nos ocurre
con las durezas y/o callos que llegan a ser dolorosos cuando adquieren cierto
grosor. Generalmente los callos salen en
zonas de hiperpresión plantar, y suele coincidir en resortes óseos que por
falta de grasa plantar -que almohadilla esa zona- crea un exceso de presión en
la piel, que se endurece como mecanismo de defensa y da lugar al conocido callo”.
Por todo ello, desde el ICOPCV se recomienda mantener un
estado óptimo de hidratación en planta del pie y en los rebordes del talón para
no perder la elasticidad de la piel y así
prevenir la aparición de grietas en los talones.
Así mismo, conviene controlar la aparición de callos dolorosos
con visitas periódicas al podólogo, quien
realizará la quiropodia o eliminación del engrosamiento y endurecimiento de la
piel en zonas de hiperpresión, para que al andar ese callo no duela. También existe
la posibilidad de tratar con plantillas (que evitarán el apoyo de la zona
inflamada y dolorida) esos pinchazos causados por el callo de hiperpresión en
zonas óseas.