Luis Crespo Martínez
El libro "El Ángel que Podía Verme"Luis Crespo Martínez (Quart de Poblet, 1965) despierta un gran entusiasmo por el crecimiento personal. Gracias a un proceso de evolución interior se animó a escribir su primer libro: ‘Cambiar para disfrutar’. A raíz de ello decidió transformar la manera de transmitir sus conocimientos para potenciarlos mediante su novela: ‘El ángel que podía verme’, presentada el 19 de septiembre en su localidad natal.
En esta ocasión, su gran reto es la inmersión en el mundo de las personas ciegas a través del personaje de Miguel.“Solemos tener poca información sobre cómo comportarnos con ellas. He tenido la fortuna de conocer a algunas personalmente y a otras en la distancia que han inspirado en mí grandes valores”. Con el proceso de aprendizaje que ha seguido para crecer como persona, mientras escribía esta novela, se ha dado cuenta de que “las barreras las ponemos nosotros”.Por eso, ellos“nos muestran que la mayoría son imaginarias”. De esta manera, en su nueva publicación aparecerá un maestro ciego (Miguel) que ayudará al protagonista (Carlos) “en el complicado camino de la vida”.
Le ha llevado dos años y tres meses darle forma, siempre teniendo en cuenta que entre medias lanzó su primer libro (abril de 2018). “Tuve una explosión de creatividad e inicié una novela”, asegura Crespo. “Ha sido un camino difícil para mí. Se publican muchas novelas y yo, en mi ingenuidad, pensé: ‘No será tan difícil’. Sí lo es. Ha sido duro a veces, aunque estoy contento porque he aprendido mucho para seguir creciendo”.
Es un género distinto, pero sí reconoce la conexión que existe entre ambos. “Aunque pueda leerse la novela como puro entretenimiento, los dos son libros para trabajar interiormente. Creo conveniente leerlos en orden para complementar las herramientas”. La gran similitud es “la reflexión personal para el cambio y hacer entre todos, de este, un mundo mejor”. Por eso, su principal misión es que los lectores “empaticen con los personajes para interactuar en su mundo emocional y que les mueva a profundizar en herramientas que les ayuden a ser más felices”.
El autor compagina su pasión por la escritura con su trabajo como ingeniero, además de continuar formándose como coach. “Todos tenemos obligaciones y la vida está llena de decisiones; cuando hay prioridades, como la familia, simplemente se deja para otro momento. Por eso digo que escribo cuando tengo tiempo para ello y, digamos, que siempre estoy dispuesto porque disfruto”. Sin embargo, no ha sido un camino sencillo y reconoce que cuando tenía “momentos bajos” miraba al primer libro “con amor, lo acariciaba, le sonreía y volvía de nuevo a la escritura”.
En palabras de Crespo, escribir un libro “es una historia de amor, al establecerse una relación armoniosa entre dos seres; si no hay amor, si se escribe por obligación, se puede generar mucho sufrimiento. Por eso a mí me encanta disfrutar tanto de la lectura como de la escritura”.
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