Luisa Salvador Aunque no sean los rostros más visibles en la gestión de la crisis sanitaria, alcaldes y alcaldesas han estado en primera línea tratando de sortear una situación complicada a muchos niveles en cada uno de los municipios en los que gobiernan. Luisa Slavador, alcaldesa del Puig de Santa Maria, detalla cómo ha vivido este año de pandemia desde su responsabilidad en el ámbito local.
Este mes de marzo se ha cumplido un año desde que se decretara el Estado de Alarma, ¿se les avisó a los alcaldes primero o se enteraron de lo que les venía encima por los medios de comunicación?
La verdad es que nos pilló a todos de improviso. Nos enteramos por los medios de comunicación porque fue tan rápido todo que no dio tiempo a que se nos pudiera avisar por los cauces institucionales.
¿Cómo transcurrieron para usted esos primeros meses de pandemia?
Los primeros meses de la pandemia transcurrieron con mucha incertidumbre, preocupación y a la vez responsabilidad en intentar que todo saliera lo mejor posible; estábamos ante una situación sin precedentes, en la que todos debíamos estar unidos para poder superarlo. Tengo que decir que, durante ese tiempo, nunca me he sentido sola, ya que todo mi equipo de gobierno estuvimos juntos y contamos con el inestimable apoyo de todos los grupos que forman la Corporación Municipal, que desde el primer momento se pusieron a nuestra disposición para todo aquello que necesitáramos.
¿Considera que se actuó con agilidad a la hora de coordinar todos los servicios necesarios?
Creo que al principio se tardó un poco para coordinar todos los servicios necesarios, pero hay que entender que el problema era de tal magnitud, que sobrepasaba las previsiones iniciales. Es difícil intentar coordinar y que falten materiales, como fueron las mascarillas y los equipos para proteger a los sanitarios. Pero nuestra Comunidad lo consiguió rápidamente y sí que es cierto que el reparto entre los municipios se hizo con mucha agilidad.
Ante algo tan desconocido, ¿hubo que improvisar mucho?
Por supuesto que hubo que improvisar. Ante algo desconocido y que de repente lo tienes ahí, nosotros tuvimos que comprar la materia prima para confeccionar mascarillas para la red de voluntariado que se ofreció para confeccionarlas en sus casas y así poder proteger a los colectivos más vulnerables. También contamos con otra red de voluntariado que se dedicaba a hacer la compra a las personas mayores que no podían salir. Todo ello coordinado por el personal de Bienestar Social; las ayudas sociales se triplicaron y agilizaron, porque no podíamos permitir que nadie se quedase atrás. Tengo que agradecer la colaboración y solidaridad de nuestros vecinos/as, todos querían ayudar en la medida de sus posibilidades. Los agricultores que desinteresadamente con sus tractores desinfectaban el pueblo.
De todo lo vivido durante la pandemia, ¿qué lección rescata para enfrentar lo que esté por venir?
La mejor lección es que, ante una situación como es una pandemia, debemos de estar todas y todos unidos para hacer un frente común, dejando aparte intereses partidistas o de otra índole. Hay que remar en conjunto en una misma dirección, que no es otro que el bienestar de toda nuestra ciudadanía. Resaltar también la importancia del comercio local, que ha sido un soporte muy significativo en momentos tan complicados. Y sobretodo proteger e invertir en la Sanidad Pública, en estos momentos se ha visto lo necesaria e importante que es.
¿La crisis sanitaria ha puesto de relieve nuevas necesidades en un municipio como el que usted gestiona?
El transcurso de toda la pandemia ha sacado las carencias que existe en todos los niveles de la administración. En los municipios nos hemos dado cuenta de la falta, por un lado, de recursos humanos. Hizo falta la contratación de más personal para el Servicio de Asistencia a Domicilio (SAD), así como de auxiliares y técnicos para el departamento de Bienestar Social. Por otro lado, la falta de desarrollo de la administración electrónica tanto para que el personal pudiese trabajar en casa, como la ciudadanía pudiese solicitar información y ayuda sin moverse de su residencia. También, una vez se relajaron las medidas, la falta de maquinaria para poder hacer el día a día que no se había podido realizar durante casi dos meses. Todo estos problemas los hemos ido solucionando mediante inversiones en los diferentes departamentos: contrataciones, compra de maquinaria y herramientas para mantenimiento urbano y agricultura; estamos con mejoras en la página web para que sea más interactiva y ágil… Y a otros niveles, nos hemos dado cuenta que, aunque tenemos uno de los sistemas sanitarios, las CCAA, que son quienes tienen transferidas las competencias de sanidad, no deben de dejar de invertir en la sanidad pública, y se debería de regular un tanto por cien igualitario para todas las CCAA, ya que esta no será la última pandemia.
¿Qué medidas económicas se han tomado para ayudar a los sectores más perjudicados?
Desde el primer momento, tuvimos claro que había que ayudar a los sectores más perjudicados, así que la primera medida fue suspender la tasa de terrazas de bares, restaurantes y hoteles, así como la del mercado municipal, para todo el año. Se acordaron también ayudas directas para el comercio local que fueron de 350 euros para aquellos comercios que cerraron parcialmente y 750 euros para los que tuvieron cierre completo. Realizamos un pack con mascarillas, caja de guantes y gel, que repartimos en todos los comercios del municipio. Se ha puesto en marcha el Plan Resistir que en nuestra población son 262.266 € el plazo de presentación de solicitudes finalizó el 31 marzo y en unos días procederemos a su pago. Con el sobrante del mismo vamos a sacar otras ayudas para aquellos negocios que en esta convocatoria no habían sido beneficiarios. Para el ejercicio 2021 se ha vuelto a la suspensión de la tasa por ocupación de vía pública de mesa y sillas para bares, restaurantes y hoteles. Hemos agilizado el pago a nuestros proveedores, siendo la medía de pago en pocos días desde la presentación de la factura. Detrás de ese papel, hay familias que necesitan cobrar rápidamente para seguir trabajando y vivir.
¿La pandemia ha alterado la hoja de ruta en cuanto a inversiones o siguen adelante con los proyectos?
Afortunadamente, a pesar de la pandemia, podemos seguir con los proyectos, debido a que el gobierno de Pedro Sánchez ha anulado la regla de gasto y nos permite usar, por primera vez en muchos años, el remanente para inversiones y gastos corriente. Realmente ha sido un gran alivio para los ayuntamientos y esto se verá repercutido en el bienestar de la gente. También tenemos los Fondos de Cooperación de la Diputación de Valencia y Generalitat, que se crearon por primera vez en la legislatura pasada por los gobiernos del PSPV-PSOE, que permite de forma justa y equitativa, y no con dedocracia como ocurría con el PP, la gestión de recursos económicos para que las corporaciones locales podamos invertirlos en aquellas necesidades que consideremos oportunas. La inyección de este dinero hace que se invierta ya la vez, genere empleo.
Este año además tienen la posibilidad de usar el remanente del presupuesto para inversiones, ¿a cuánto asciende en El Puig?, ¿a qué lo van a destinar?
El remanente del cual disponemos actualmente, asciende a 2.173.321 euros. Por una parte, 1.140.230 euros son para inversiones y 240.000€ para gastos generales. El resto, 790.090 euros, se podrá ir modificando tanto añadir más inversiones, gasto corriente o deuda, dependiendo también de la liquidez que tenga el Ayuntamiento. Las inversiones y gasto corriente que derivan del remanente son el siguiente reparto: Hormigonado Paseo Play-Puig 260.271 €; Adoquinado calles Furs y Major 140.360 €; Adecuación del almacén de la playa 121.000 €; Adecuación Parque l’Abraçada 102.850 €; Asfaltado Plaza Félix Ramajo (ubicación del Mercat) 89.842 €; Remodelación gradas frontón municipal 65.000 €; Asfaltado Camí de la Tanca 61.150 €; Adquisición de un tractor 57.000 €; Asfaltado y reparación aceras calle de la Estación 52.393 €; Plan Inspección Alcantarillado 40.535 €; Arreglo de una de las pistas de tenis 38.115 €; Asfaltado calle Puig Val 33.275 €; Adecuación a los accesos de la Perrera Municipal 27.225 €; Inversiones en Patrimonio 25.000 €; Badenes en calle Gomera 11.979 €; Equipos y procesos informáticos 10.000 €; Badén en calle Beato Jofré 4.235 €; Gastos Generales 240.000 €. El total del gasto de remanente es de 1.380.230 euros. Quería resaltar de las inversiones que, de 1.140.230 euros, el 57% de la inversión se realizará en el casco urbano y el 43% restante se producirá en la zona de la playa y alrededores. E indicar que, aunque no haya inversión en el secano, las inversiones de este vienen recogidas en el programa SOM de la Diputació que se realizarán durante el 2021 con el asfaltado de caminos por un importe de aproximadamente 200.000 euros. Para este equipo de gobierno, El Puig es la playa, el casco y el secano.
A nivel turístico, ¿cómo les ha afectado la pandemia?
El Puig es un referente del turismo de la provincia de Valencia, el cual está enfocado a un turismo familiar que durante el año 2020 no ha podido venir a visitarnos y ver la riqueza patrimonial y gastronómica que tenemos. Esto ha afectado a nuestros hoteles, otro de los sectores más afectados, que esperamos que pronto se recuperen y que las ayudas del Pla Resistir les den oxígeno para mantenerse. También se han visto afectados, por la falta del turismo, nuestros restaurantes y bares que se han tenido que adaptar a las nuevas medidas y reinventarse.
¿Qué actividades están manteniendo en estos momentos?
Todas las actividades deportivas y culturales que se puedan realizar, las estamos manteniendo en estos momentos, como son los cursos de gimnasia para mayores, piscina deportiva, apoyo educativo para nuestros jóvenes... También desde la concejalía de Juventud se está realizando el curso para “Monitores de actividades de tiempo libre”, una demanda de nuestra gente joven y que, con todas las medidas de seguridad e higiene, lo hemos ofertado para su realización. También la realización de actividades al aire libre en esto días de festividad de Pascua. A nivel cultural, realizaremos durante el mes de abril el “Festival TOC” (Teatro de Obras Contemporáneas). Este no lo pudimos realizar el noviembre pasado pero ahora, con la situación más calmada, aforo y demás medidas sanitarias, lo podremos realizar para fomentar y apoyar al sector de la cultura, y que nuestras vecinas y vecinos disfruten de cultura segura.
Se acerca el verano, ¿abrirán la piscina si todo sigue como ahora?
La idea es seguir con la línea del año pasado y abrirla con todas las medidas de seguridad e higiene. En una época con tanto calor tenemos la necesidad de todo el mundo de refrescarnos, y, si las circunstancias lo permiten, nuestra obligación es ofrecer este servicio con la garantía de cumplir al máximo las medidas sanitarias.
¿Y sobre la celebración de las fiestas han tomado alguna decisión?
Todo depende de cómo vaya evolucionando la situación. Una de las cosas que tenemos claras es que la realización de las fiestas patronales serán del mismo tipo que se produjeron el año pasado. Hemos pensado en introducir espectáculo pirotécnico, ya que podemos controlar los aforos y así también damos una ayuda a un sector tan querido para nosotros. Con respecto al resto de asociaciones festivos - culturales, con unas ya se habló para la cancelación de sus celebraciones (Sant Pere, Sant Antoni, Comisiones Falleras…) y ver si se puede trasladar en otra época; y con las que faltan por venir (Comisiones de bous al carrer, Sant Roc) estamos iniciando conversaciones para ver alternativas; y faltaría hablar con las festeras de la Pruríssima pero que también nos pondremos en contacto con ellas.
¿Qué mensaje final enviaría a sus vecinos?
A mí me gustaría mandarles a todos nuestros vecinos y vecinas un mensaje de responsabilidad y esperanza, ya que hemos pasado momentos muy duros. El camino se ha hecho largo porque llevamos más de un año sin poder llevar una vida “normal”, pero que tengan confianza, porque nos queda muy pocos meses, para que gran parte de la población esté ya vacunada y pronto poder ir recuperando la ansiada normalidad. Estoy muy orgullosa del comportamiento que han tenido, mayoritariamente, los vecinos y vecinas del Puig en el cumplimiento de las normas, por lo que solo puedo decirles gracias.
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