Imagen de archivo de una plantación de marihuana. EPDA
Agentes de la
Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal presuntamente dedicado al
cultivo y distribución de marihuana a gran escala. Han sido detenidas 17
personas de diferentes nacionalidades como presuntos autores de los delitos
contra la salud pública, organización criminal, defraudación de fluido
eléctrico, blanqueo de capitales, falsedad documental e infracción a la ley de
extranjería. Los agentes realizaron ocho registros domiciliarios en las
localidades valencianas de Paterna, Estivella, Beniparrel, Moncada, Godella;
Castellón y Ulldecona (Tarragona). Se han intervenido 162 kilos en seco de
marihuana -preparada y lista para su distribución en Europa- 3.160 plantas de
marihuana, 9.000 euros, dos máquinas para envasado al vacío, varios móviles, un
ordenador portátil y cuatro vehículos. Además, han desmantelado seis
laboratorios de producción de droga perfectamente preparados y equipados de los
aparatos necesarios para lograr varias cosechas al año.
La investigación se inició el pasado mes de
enero cuando los investigadores interceptaron un coche en Paterna que
desprendía un fuerte olor a marihuana. Los agentes detuvieron a los ocupantes,
dos hombres de origen albanés, por infracción a la ley de extranjería e
intentaron localizar sin éxito departamentos ocultos de sustancia
estupefaciente denominados "caletas".
A partir de este momento los agentes
continuaron con las pesquisas y localizaron varios domicilios en los que cultivaba
marihuana y que a la vez servían como lugares de residencia de los arrestados.
Tras varias gestiones, los investigadores descubrieron todo un entramado
criminal dedicado al cultivo y distribución de marihuana.
Chalets de alquiler para el cultivo “indoor”
Durante las investigaciones los agentes
identificaron a las personas que formaban la organización criminal, compuesta
en su mayoría por ciudadanos de origen albanés, y cuyo centro de operaciones se
situaba en la localidad de Paterna. Desde allí, los máximos responsables de la
red alquilaban viviendas unifamiliares en diferentes zonas residenciales de la
Comunidad Valenciana y Tarragona con el fin de pasar totalmente desapercibidos
e instalar, en dichas viviendas, laboratorios de cultivo “indoor” de marihuana.
La organización reclutaba personas, muchas
de ellas sin trabajo y sin permiso de residencia, a las que tras una fase de
aprendizaje y motivación les asignaba uno de los chalets en los cuales se
emplazaba una plantación de marihuana que debían cuidar y recolectar. De esa
forma pretendían pasar desapercibidas en el vecindario.
Los agentes averiguaron que los chalets se
encontraban controlados y vigilados por otros miembros del grupo que se
encargaban, tanto del suministro de material necesario para los cultivos como
del avituallamiento de las personas que los cuidaban. Este escalón medio de la
red también era el encargado de detectar la posible vigilancia por parte de la
Policía.
Una vez que las plantaciones de marihuana
eran recolectadas, se trasladaban a una nave donde se procedía al secado y
envasado de las plantas para su distribución y venta al mayor, principalmente
por países europeos. La operación se ha saldado con la detención de 17 personas y la
incautación de 162 kilos en seco de marihuana.
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