Manuel González durante la entrevista. EPDA ¿Cómo ha visto este inicio de curso político y el trabajo del equipo de gobierno?
Ha habido un cambio de talante por parte del alcalde. Darío Moreno no es Quico Fernández, es una persona muchísimo más dialogante. Es verdad que se nota mucho la falta de preparación no de él sino del equipo de gobierno porque son gente nueva y es normal que necesiten un período de adaptación, pero realmente a nivel de trabajo se hace más bien poco, solo cuestiones de cara a la galería.
¿Qué considera que debería acometer de forma urgente el Ayuntamiento?
Poner al día los dos núcleos en temas como asfaltado, limpieza, seguridad, jardinería... Deberíamos olvidarnos un poquito de las grandes inversiones, salvo aquellas que ya están en marcha, y pensar más en el día a día, atendiendo las quejas de la ciudadanía que hace tiempo que no se resuelven. Para eso hace falta fundamentalmente gestión e implicación por parte de los concejales en cada una de las delegaciones, que diariamente marquen directrices de trabajo a los funcionarios.
Dichas así parece que estas cuestiones tengan que ver, efectivamente, con la falta de liderazgo político.
Cuando nosotros estuvimos gobernando los funcionarios estaban contentos por sentir el respaldo del concejal. Eso requiere de tiempo y yo veo que falta liderazgo. En IU, por ejemplo, no han sido buenos gestores, en mi opinión. Compromís quizá sí tenga personas con la suficiente madurez y empaque como para gestionar pero quizá no están ayudando en exceso al PSOE.
Quizás esa es una de las reflexiones que se deberían hacer y no se van a hacer, que es quién llega a la política y con qué preparación.
Es necesario amoldarse a una filosofía de trabajo, y más en este ayuntamiento que es tan grande. Es verdad que cuando se habló de pactos de gobierno el PSOE sí se sentó con IP y nosotros se lo pusimos muy fácil. Le ofrecíamos nuestra experiencia (aunque mayoritariamente haya sido en la oposición) y les íbamos a ayudar. Ellos optaron por otros socios que yo opino que no son de fiar. Darío verá lo que hace.
IP durante un tiempo apostaba por la segregación. ¿Se ha dejado esa etapa o en algún momento se puede retomar?
No está superada. IP es un partido segregacionista, es nuestra base, lo que nos diferencia de otras fuerzas. Lo que ocurre es que armar un expediente de segregación requiere de una recogida de firmas intensa (18 o 20 mil aproximadamente), de un expediente de memoria histórica, otro jurídico, otro económico... suficientemente contundentes. Y todo eso tiene un coste económico y humano muy elevado porque necesitas miles de horas de trabajo. Se presentaron dos y ambos fueron tumbados por los juzgados porque recogieron los argumentos esgrimidos por los técnicos del ayuntamiento de Sagunt. Pero en todo caso siempre queda vía libre para usar el camino político. Hoy por hoy IP con cinco concejales y sin más apoyos evidentemente lo tiene difícil, pero el futuro nunca se sabe lo que nos deparará.
Iniciativas del presente de las que ha hecho bandera IP han sido, por ejemplo, la defensa de Lafarge y también la llegada del tren al Port. ¿En qué situación se encuentran ambas?
El tema de Lafarge es complejo. No es que defendamos Lafarge, sino el trabajo de cientos de personas, porque es una multinacional que un momento dado puede decidir traspasar esta cementera a cualquier otra empresa. Lo que nosotros pretendemos con esta defensa es que se garantice el futuro de la planta, y para ello necesita caliza. Se ha abierto un contencioso por el cual Lafarge defiende sus derechos mineros en la montaña del Romeu includas las 13 hectáreas de las Margas y no sé qué puede ocurrir. Existen lugares donde al final la cementera ha conseguido fuertes indemnizaciones, pero no sabemos si eso puede pasar aquí, si Lafarge puede ver interesante ese camino, y en medio están los trabajadores y la planta en cuestión que es lo que nosotros estamos defendiendo. Vamos a ver en qué queda todo eso. Nosotros apostamos por que continúen donde están y que se dé o ampliación a las Margas o la apartura de la nueva cantera. Sobre el tema del tren al Port, falta que por parte de Fomento a nivel político digan qué se va a hacer. Dicen que hay impedimentos técnicos, pero no estamos hablando de llevar el tren a la luna o a Mallorca, sino al Port, cuyas vías están ahí. No tienen que hacer nada nuevo, tienen que adaptar el tránsito ferroviario para que se puedan incrustar una serie de servicios. El informe de INECO deja abierta claramente esa posibilidad e incluso introduce cuántos servicios se pueden meter en horas punta. Sin embargo, por parte de Fomento la respuesta no ha sido positiva. Está todo en luz verde salvo ese frenazo político que muchas veces me hace pensar que esa mano negra contra el Port que denunciamos los segregacionistas está ahí. El tren es viable técnica y económicamente.
¿Puede darnos una valoración sobre la convocatoria de elecciones?
En IP hay personas ateas, católicas, agnósticas, taurinas, antitaurinas... Personas de todos los colores políticos. Nosotros no vamos a apostar por ningún partido a no ser que nos digan que vamos a tener la segregación, ahí habría que planteárselo. Si entramos en el tema de elecciones generales sería para presentarnos. En mi opinión, llevo casi 13 años en primera línea política y veo que esto es un sainete, un capítulo más del teatro. Probablemente Sánchez opine que unas nuevas elecciones le convienen y haya forzado la situación para llegar a esto.
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