Manuela Trasobares en la presentación de su libro Contestataria, provocadora,
autodidacta… y también artista, filósofa, anarquista, son algunas de las
etiquetas que se pueden aplica a esta mujer que repasa en su trabajo “diferentes
acontecimientos históricos y personales, con el fin de revelar la manipulación
que se esconde tras lavoluntad
de un poder ilimitado”.
El
libro es un ensayo autobiográfico en el que la autora
indaga sobre las fuerzas que marcan el curso de los acontecimientos históricos
y de su propia infancia.
“Desde
que naces te están domando. Te están quitando lo más valioso de tu vida, que es
lo instintivo. Después de esa mala educación que nos han dado, aprendemos a ser
idiotas, imbéciles y acobardados”.
La obra parte del concepto
nietzscheano para analizar la historia contemporánea con una metodología
deconstructiva. Se centra especialmente en los movimientos revolucionarios, en
la fuerza que los impulsó y los derrocó. Desde la Revolución Francesa hasta la
Transición Española.
Manuela Trasobares ve la historia
como una película que la voluntad de poder guioniza, produce y nos proyecta.
También rescata actores silenciados, como el movimiento anarquista.
La obra se compone de dos partes
bien diferenciadas, una histórica y otra autobiográfica, unidas por la
perspectiva trasobarista.
En ambas palpita el rastreo de los
intereses y dogmas que dictan la épica oficial. La segunda parte narra la
intimidad de su infancia, en un intento por zanjar la polémica actual sobre si
los niños han de tener derecho a decidir su género. Con lúcidos y tempranos
recuerdos, la autora afirma que en la infancia se puede tener muy clara la
identidad, aunque algunos adultos se empeñen en imponer sus prejuicios.
Manuela Trasobares (Figueras,1962)
es una cantante de ópera, pintora, escultora, artista fallera y filósofa que
recibió influencias artísticas desde su infancia, como los momentos junto a
Salvador Dalí en Cadaqués, quien le dio sus primeras lecciones de dibujo,
óptica, teatro y física cuántica. Dalí le infundió la perspectiva surrealista
para analizar la vida, la sociedad y el arte.
A principios de los noventa, sus
participaciones como mezzosoprano dramática en los principales concursos
internacionales de canto lírico de Europa tuvieron repercusión tanto en los
mass media como en la prensa especializada. Fue entrevistada y cantó en los
programas de los presentadores más en boga de la época: José Mª Iñígo,
Raffaella Carrà, Àngel Casas, Mª Teresa Campos, etc.
Con Josep Ramon LLuch en 1997 actuó
y debatió en el programa valenciano "Parle vostè, Calle vostè" donde
hizo un alegato a favor de la diversidad y la libertad sexual que alcanzó un
80% de audiencia y pocos años más tarde se hizo viral en internet.
Desde 1999 al 2005 plantó fallas en
Valencia y dirigió un taller para alumnos desescolarizados en Segorbe. Durante
los últimos años se ha dedicado a su labor de pintora, escultora, muralista y
cantante.
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