La directora general de
Patrimonio Cultural, Marta
Alonso, ha destacado el
trabajo que se está realizando desde la Generalitat para conservar, recuperar y poner en
valor la gran riqueza patrimonial de los valencianos. La Comunitat es un
referente nacional, europeo y mundial en la recuperación y puesta en valor del
patrimonio histórico y documental”.
Marta Alonso ha presentado la restauración de varios documentos
en pergamino y libros del Archivo de la Catedral de Valencia que ha restaurado el Instituto
Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R)
de la Generalitat.
Al acto han asistido también la
Directora gerente del IVC+R, Carmen Pérez y el Deán de la Catedral de Valencia,
Emilio Aliaga.
El Archivo de la
Catedral de Valencia está considerado como uno de los
archivos catedralicios más importantes de Europa ya que, además de la riqueza
de sus fondos, y la continuidad de sus series, su antigüedad se remonta al
siglo XIII, a partir de la conquista de la ciudad de Valencia por el rey Jaime
I. Por todo ello, para el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración
es motivo de orgullo la labor que presta para la conservación de sus fondos.
Entre las obras restauradas se encuentran
tres pergaminos que nunca han salido de los muros de la seo valentina, salvo
para su restauración, como son: el Pergamino nº 567, fechado el 27 de julio de
1296, en el que se establece la tregua de Jaime II con don Juan Manuel; el
Pergamino nº 034, fechado el 13 de abril de 1352, que recoge las Constituciones
aprobadas y confirmadas por el obispo de Valencia Hugo de Fenollet para el
régimen interior de la
Catedral de Valencia; y el Pergamino nº 541, más conocido
como la Bula de
Oro por el gran sello de oro que lleva este singular documento, que recoge la
concordia entre el papa Nicolás V y el rey Alfonso el Magnánimo sobre varios
problemas surgidos con los bienes eclesiásticos, y que se otorgó en la Torre Octavia de
Nápoles el 6 de enero de 1451.
Además de los pergaminos, también han sido
restaurados varios ejemplares de Libros de Almoyna del siglo XIV y Protocolos
Notariales de la misma cronología, y el Libro Consueta del siglo XVI, que
recoge las ceremonias a realizar en la seo valenciana y como deben ser
observadas por los ministros en las celebraciones de las misas solemnes,
simples o privadas, así como algunas disposiciones capitulares para las funciones
ordinarias y extraordinarias.
Salvaguardar y difundir el archivo capitular
Desde que en el año 2008 el Canónigo Vicente Pons Alós fue
nombrado archivero de la Catedral Metropolitana de Valencia, su gran
interés por salvaguardar y difundir el archivo capitular ha motivado que, desde
entonces hasta la actualidad, el Instituto Valenciano de Conservación y
Restauración haya tutelado los trabajos de conservación y restauración de los
fondos del archivo catedralicio.
La primera tarea que se realizó fue un estudio pormenorizado de
las condiciones medioambientales climáticas de los depósitos, concluyendo que
los parámetros generales 50% de HR y 20º C de temperatura eran correctos para
la salvaguarda de sus fondos.
A continuación se decidió que la sección en la que resultaba
más urgente intervenir eran los documentos en pergamino, formados por un total
de 9.061 pergaminos, con sellos pendientes en cera y plomo, de diferentes
formatos, desde los de pequeñas dimensiones hasta uno que mide más de 56 metros, formado por un
rollo integrado por 39 pergaminos.
En general los documentos presentaban una capa de suciedad y
hollín en la superficie debido a los continuos desplazamientos, el
almacenamiento incorrecto y al incendio que tuvo lugar en la Catedral durante la Guerra Civil.
El trabajo realizado fue sistemático, consistiendo en la
limpieza por medios mecánicos de los soportes, sellos y cintas de ligaduras.
Los documentos fueron fotografiados, al mismo tiempo que se elaboró una ficha
descriptiva del estado de conservación de cada uno de ellos, con el fin de
determinar un orden de prioridad en la selección de los que precisan una
intervención de restauración urgente, según su estado de deterioro.
Con el fin de mejorar la conservación de esta valiosa colección
del patrimonio valenciano se limpiaron los muebles contenedores de los
documentos, y para proteger los sellos pendientes se guardaron en bolsas de
tela. Una serie de pergaminos que se encontraban muy dañados por la acción
microbiana se colocaron en carpetas de conservación con cartones libres de
ácido para su correcto almacenamiento.
Otras de las tareas realizadas ha sido la limpieza de las
matrices en bronce y hierro de los sellos pertenecientes a la sección facticia
sigilográfica y su posterior almacenamiento en cajas de conservación diseñadas
según los distintos formatos, favoreciendo con ello el reciente trabajo de
catalogación que se ha llevado a cabo.
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