Raul claramonte. EPDA Cuando alguien molesta, todos quieren acabar con él. Esto es casi una máxima de la vida. Llevamos varias semanas viendo cómo Ciudadanos (Cs) incordia a la derecha y a la izquierda, a los extremistas, a los nacionalistas. Vaya, a todos los que juegan al populismo y al discurso fácil.
Un partido de centro que sea valiente y sepa virar y pactar a ambos lados, y lo pueda hacer en libertad, es más necesario que nunca. Pero también es verdad que incomoda más que nunca.
Me reafirmo pensando en la importancia que tiene Ciudadanos tanto a nivel nacional como en las comunidades autónomas y sobre todo, en los municipios. Un ejemplo cercano es Torrent. Esto es, Ciudadanos (Cs) Torrent en coalición ha garantizado la gobernabilidad de los torrentinos y torrentinas, anteriormente inviable con socios nacionalistas.
No obstante, reconozco que es un momento difícil en el que la gente se pregunta qué va a pasar con Cs. La respuesta es sencilla: Ciudadanos va a continuar porque, en un país polarizado y radicalizado donde la corrupción sigue estando muy viva, hace falta un partido que de verdad piense en los ciudadanos y no en sus chiringuitos. Es cuestión de prioridades: trabajo, equilibrio y política útil.
Así somos, un partido de personas libres y comprometidas con su municipio, con su comunidad y en definitiva, con nuestro país. En este sentido, con trabajo y más trabajo, desde nuestras políticas naranjas, siempre anteponemos el interés general y de los ciudadanos en lugar de los éxitos electoralistas.
Es cierto que nos hallamos en una situación compleja ante tanta vorágine informativa. Máxime cuando conocemos que muchos se han bajado del barco, muchos han aceptado las 30 monedas de plata para renunciar; unos lo han hecho por convicción y otros simplemente desean volverse a casa.
Pero la gran mayoría nos quedamos. Sí, la gran mayoría creemos en el sentido común y en un centro político imprescindible para la democracia.
¿Y cómo se traduce? En nuestro compromiso por la confianza que nuestros votantes y vecinos nos han depositado.
Por nuestra responsabilidad para apoyar a los que cada día siguen luchando por levantar la persiana; para ayudar a las familias, a nuestros mayores y jóvenes a seguir mejorando y transformando la ciudad en la que vivimos.
Hoy más que nunca hay que seguir peleando por salvar el centro. Continuamos evolucionando hacia ese centro tan necesario y difícil de explicar para evitar la polarización en nuestro país. Obviamente, hay que hacer autocrítica para aprender de ciertos errores y mejorar en otros aspectos. Eso sí, sabiendo lo necesario que somos para España y que seguiremos molestando al resto de fuerzas políticas. El presente debe ser más Ciudadano que nunca.
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