Todos
lo hemos vivido alguna vez. Un atasco inesperado con fuertes
retenciones, un carril cortado, sirenas encendidas y al final, una
ambulancia. Son los inequívocos síntomas de una de las causas de
hospitalización más comunes en nuestro país: los accidentes de
tráfico. No en vano, en la última década, casi 1,3
millones de españoles –más de 112.000 en la Comunitat
Valenciana-,
el equivalente a casi el 3% de la población total del país, ha
resultado herido en un incidente de circulación.
Un dato que, a nivel global, es aún peor, ya que según la OMS,
alrededor de 40 millones de personas resultan lesionadas cada año en
accidentes de tráfico en todo el planeta.
Además,
la gravedad de las lesiones por accidente de circulación también
alarma: según datos aportados por Línea Directa Aseguradora, en
España el 70% de los heridos graves
en accidente de tráfico sufren secuelas
de por vida. En este sentido, sólo
una provincia de la Comunitat está por debajo de la media nacional:
Valencia, con un 61%.
Pero
no sólo los volúmenes de la lesividad preocupan, también su
evolución. Según se desprende de los datos de la DGT, el efecto del
carné por puntos se diluye a pasos agigantados: sólo en los últimos
5 años, el
número de accidentes de tráfico con
lesionados aumentó un 18%,
alcanzando casi los 100.000
siniestros, una cifra muy similar a
la registrada en 2006. Además, el número de personas lesionadas
también ha experimentado un incremento
de un 16% desde 2011, lo que indica
que estamos ante un claro cambio de tendencia, sobre todo si
comparamos estos datos con los de fallecidos por accidente de
tráfico, que desde 2006 se ha reducido en casi un 60%, mientras que
el de lesionados en ese mismo periodo ha disminuido sólo un 6%.
Éstas
son algunas de las principales conclusiones del estudio “El
impacto de los lesionados por accidente de tráfico en la Seguridad
Vial. Análisis y evolución de una década (2006-2015)”,
presentado hoy por la Fundación Línea Directa y realizado en
colaboración con FESVIAL (Fundación Española para la
Seguridad Vial). El informe, que analiza en profundidad los 912.000
accidentes con lesiones registrados por la DGT y más de 500.000
siniestros gestionados por la compañía Línea Directa Aseguradora
en la última década, trata de poner el foco en un problema muy
desconocido por la opinión pública, debido, sobre todo, a las
dificultades metodológicas de la recogida de datos y a la mayor
atención que desde las Administraciones, los medios de comunicación
y la opinión pública, se suele prestar a la evolución de la
mortalidad.
En
muchos casos, las lesiones no son ni inevitables ni fortuitas, ya
que, en no pocas ocasiones, provienen de graves negligencias por
parte de los conductores españoles. De hecho, el
44% de los niños fallecidos en accidente de tráfico
y el 30% de los que resultaron heridos graves, no
llevaban sillita infantil. Por si
eso fuera poco, el 32% de los
fallecidos y el 19% de los heridos
graves, no usaban cinturón de
seguridad. El mundo de las dos
ruedas, por su parte, no sale mucho mejor parado, ya que el 17%
de los motoristas fallecidos en un
siniestro durante la última década, no
llevaba casco.
El
coste económico de la lesividad vial también es enorme.
Según la OCDE, el coste de los daños corporales en España ronda
los 10.000 millones de euros anuales, el equivalente a casi el 1%
del PIB español. Si a esto le sumamos el coste estimado de los
daños materiales, la factura total de los accidentes de tráfico en
España resulta astronómica, ya que podría superar los 13.000
millones de euros anuales.
Cada
año, más de 13.000 heridos graves
Según
el estudio de la Fundación Línea
Directa, los esguinces cervicales se
consolidan como la lesión más frecuente entre los conductores
españoles, ya que suponen el 75% del
total de lesiones registradas en los
accidentes de tráfico, como se desprende del análisis de los más
de 500.000 accidentes con lesionados aportados por la aseguradora
Línea Directa. A esta patología, que puede aparecer junto a otras
lesiones, le siguen los traumatismos de diversa consideración
(heridas, contusiones y fracturas) y, a más distancia, las
abrasiones. En cuanto a su localización, según datos de la DGT,
varía según el pronóstico del paciente: mientras que los
fallecidos presentaron sobre todo heridas en cabeza y pecho, los
lesionados graves, que
superan los 13.000 al año,
sufren lesiones tanto en la cabeza como las extremidades. Como media,
según datos aportados por Línea Directa, los heridos graves sufren
una media de 14 días de
hospitalización y
más de 200 días de
rehabilitación y alrededor del 70% padece alguna secuela de por
vida. Los
heridos leves, por su parte, resultan lesionados en el cuello con más
frecuencia.
Además,
la Fundación Línea Directa
ha establecido la relación entre los daños corporales y los daños
materiales del vehículo, llegando a conclusiones llamativas: la
lesividad grave se vincula más a los golpes en la parte frontal del
coche y en el lateral derecho, debido, sobre todo, a las maniobras
evasivas del conductor y a que, en muchas ocasiones, el copìloto no
va pendiente de la circulación. Por su parte, los daños en la parte
trasera y en el lateral izquierdo suelen producir más heridos leves.
Perfil
del lesionado y accidente tipo
El
perfil del lesionado
en accidente de tráfico es un hombre joven, de entre 26 y 35 años,
con un turismo de más de 15 años, generalmente, en la posición de
copiloto y circulando por vía convencional, un tipo de carretera que
casi duplica el número de lesionados por kilómetro de autopistas y
autovías. Sin embargo, aunque los daños corporales son
cuantitativamente más habituales entre los automovilistas, los
motoristas tienen un riesgo un 44% mayor de sufrir lesiones en caso
de accidente.
Si
tratamos de establecer un dibujo
general de los siniestros con lesiones,
las salidas de vía se confirman como el accidente más peligroso
para la integridad física de las personas. Por su parte, los
alcances traseros resultan los más habituales y los choques en
cadena, los que más lesionados causan.
Distribución
territorial de los lesionados en accidente de tráfico
La
Fundación Línea Directa también ha realizado un mapa de
la lesividad vial en el que compara el porcentaje nacional de
accidentes con lesionados con el de cada provincia, con resultados
muy interesantes. Para ello, se ha enfrentado el número total de
accidentes de tráfico con el número de siniestros con daños
corporales, abiertos por la aseguradora Línea Directa entre 2006 y
2015.
En
este sentido, las cifras hablan por sí solas. Según estos datos, el
8,6% de los accidentes de tráfico ocurridos en España tienen, al
menos, un lesionado, una proporción que se incrementa en las
zonas de costa, con alta afluencia turística y en las regiones de
orografía más montañosa.
De
hecho, las provincias con mayor proporción de lesionados son Las
Palmas, Pontevedra y Murcia. En el
lado contario se encuentran Toledo,
Segovia y Zamora, con tasas muy
inferiores a la media nacional. En cuanto a la Comunitat
Valenciana, sólo Alicante
se encuentra por encima del promedio nacional.
Según
Francisco Valencia,
Director General de la Fundación
Línea Directa, “durante muchos
años, la sociedad española se ha centrado en combatir la mortalidad
en carretera, que había alcanzado unas cifras inasumibles. Esto ha
provocado que, en cierta manera, la lesividad pasara a un segundo
plano, cuando su coste humano, económico y sanitario, es también
altísimo. Por eso, es vital que comencemos a poner el foco también
en este fenómeno, no sólo porque su evolución es muy preocupante,
sino porque en el futuro, la mejora de los vehículos, de las
carreteras y de los tiempos de respuesta de los servicios de
emergencia, convertirán la lesividad en el gran caballo de batalla
de la seguridad vial”.
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