Alcachofa radiofónica para los locutores de radio en el Día Mundial de la Radio. FOTO EPDALa Asociación Alcachofa de España ha
homenajeado el trabajo periodístico y comunicativo de locutores españoles de la
talla de Carlos Herrera, Pepa Bueno y Julia Otero con un obsequio simbólico y
representativo de su labor en las ondas: una alcachofa con un cubilete especial de
micrófono. Habitualmente en la jerga de la profesión se conoce a estos aparatos
con el nombre de esta verdura por el parecido en su
forma.
Más de 50 voces de la radio de toda España se han
encontrado esta mañana en sus estudios con un detalle que, coincidiendo con el
Día Mundial de la Radio, pone en el
recuerdo el momento en el que las Naciones Unidas crearon la Radio de las
Naciones Unidas en 1946, representa
“la defensa de la libertad de
expresión de los profesionales de la comunicación y el derecho a informar y a
ser informados a través de un medio tan necesario durante décadas como la radio,
que siempre nos acompañará”, como expresa Antonio Galindo, presidente de la
entidad.
“El micrófono, o
‘alcachofa’, transmite a los radioyentes cada palabra, cada opinión, cada
información, cada defensa de los derechos de la mano del rigor comunicativo y
del esfuerzo que día tras día demostráis los locutores apasionados por vuestra
profesión”, ha trasladado Galindo a los
comunicadores.
Un
reconocimiento a la unión de la audiencia
La UNESCO, impulsora de esta celebración internacional,
centra el tema de este año en reconocer la importancia de este medio para cruzar
fronteras culturales a través del intercambio de información, música o
educación. También para reunir a las comunidades de oyentes y promover un
diálogo positivo para el cambio social en un momento en el que la radio sirve
como antídoto contra la desinformación que genera el ruido comunicativo en
muchos soportes digitales.
La
alcachofa, en horas bajas tras las heladas
Por otro lado, la acción de esta asociación sin ánimo de
lucro sirve, a su vez, para reivindicar un producto con sello nacional como es
la alcachofa, que actualmente vive unas duras semanas debido a la ralentización de su producción a causa
de las heladas (nieve y vientos fríos) que han azotado a sus zonas de cultivo
(Navarra, Levante y Murcia) y de las que no comenzará a recuperarse hasta
finales de febrero.
Ello ha provocado que su precio se haya disparado (por
ejemplo, un kilo de alcauciles navarros el año pasado rondaba los 4,25 euros,
mientras que hace unos días se encontraba en los 6,90 euros en el comercio
minorista), al igual que ha sucedido con otras verduras como el calabacín, la
lechuga o el brócoli.
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