Manuel Martínez, alcalde de Gátova. / EPDA Hace cuatro años vislumbrábamos un panorama político distinto, la irrupción de nuevos partidos traía un aire fresco a la política y daba la sensación que las prácticas de la vieja política tocaban a su fin.
Pronto nos dimos cuenta de que eso no iba a ser así, los partidos que enarbolaban la bandera de la nueva política pronto se convirtieron en lo que habían criticado, vieja política en la que primaban los intereses partidistas antes que los intereses de los ciudadanos. Eso sí, ahora los votantes teníamos la posibilidad de dar un nuevo giro a esta situación tanto con las elecciones europeas, nacionales, autonómicas como municipales, y el resultado ha sido… Más de lo mismo.
Lo único que se ha conseguido es asentar con mayor o menor medida los nuevos partidos y dejar claro que los viejos siguen ahí, cambiando simplemente el bipartidismo por la política de bloques, eso sí, invitando a participar a la extrema derecha.
La pluralidad es buena siempre que enriquezca pero bien es cierto que los políticos han demostrado durante estos cuatro años que han sido poco capaces de llegar a grandes acuerdos por lo que quizás algunos pensábamos que estos mismos políticos iban a ser castigados pero la realidad ha sido que no. Quizás por el desapego del ciudadano a la política, quizás por las estrategias de marketing político, quizás por el poder económico de los grandes partidos… lo cierto es que, con ciertos matices, nos encontramos igual que hace cuatro años con una pluralidad de partidos más pendientes de los problemas entre ellos que de los problemas que realmente importan y atañen a los ciudadanos.
Y como consecuencia, cada vez la política está más polarizada, justo lo que se quería y se debería evitar, llevarla a los extremos. Ya lo decía Aristóteles “En el término medio está la virtud”, valorando la justa medida y catalogando los extremos como “vicios”. Mientras que no seamos capaces de encontrar ese equilibrio no encontraremos un verdadero avance en nuestra sociedad aunque bien es cierto que todavía no existe ese partido potente de centro que pueda contraponer los polos opuestos y dar el ansiado equilibrio a la situación.
Hasta que llegue ese momento, como dijo un gran amigo mío, para bien o para mal… ¡¡¡ A disfrutar lo votado !!!
Comparte la noticia