El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, anunció este martes
durante el pleno ordinario de julio que el ayuntamiento trabaja ya en la
elaboración de un plan director que abra las puertas a la rehabilitación y
revitalización integral del barrio.
Y se hará sin esperar al dinero de
Europa porque «no podemos permitirnos un año más en blanco esperando a ver si nos aprueban o
no un proyecto desde Bruselas».
Mayor defendió que el programa que
pretende llevar a cabo el consistorio es ambicioso y no se reducirá a las mejoras
urbanísticas, sino que irá más allá y abordará el fondo de los problemas
estructurales y socioeconómicos que acucia el barrio.
«Podríamos habernos limitado a arreglar
cuatro calles y dejarlas bonitas, pero eso no solucionará los problemas de
fondo de las personas que viven allí», señaló el primer edil.
Por ese motivo, desde 2015, Cullera ha
incluido en todos y cada uno de sus planes estratégicos la recuperación del
barrio mudéjar como uno de los ejes fundamentales para el desarrollo sostenible
de la ciudad.
«El barri del Pou ha sido, es y será
para nosotros una prioridad», remarcó la máxima autoridad municipal, quien
recordó que durante el periodo 2003-15 «no se impulsó ni una sola iniciativa
encaminada a dar soluciones al barrio y a su gente».
Llamada al consenso
Finalmente, Mayor pidió a los vecinos
que trabajen codo con codo junto al consistorio en esta larga tarea que queda
por delante «para que desde el consenso entre todos logremos poner en valor una
de las joyas arquitectónicas de la Comunitat Valenciana con mayor potencial
turístico».
En ese sentido, Jordi Mayor volvió a
emplazar a una nueva reunión a los activistas del barrio para que conozcan de
primera mano el proyecto y puedan realizar sus aportaciones.
La actual problemática del barrio del Pou tiene sus
orígenes en la falta de planificación histórica que el Ayuntamiento de Cullera
ha tenido por lo que respecta a actuaciones específicas para un barrio que
cuenta con unas características muy propias.
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