Una
de las consultas más habituales que suelen hacerme es una
exclamación: ¡Mi perro estira!, un comportamiento molesto y que en
ocasiones nos cambia un agradable paseo por un suplicio. La respuesta
es sí, se puede corregir independientemente de la edad del perro,
aunque es preferible educarlo desde cachorro. En sus primeros paseos
su instinto es seguirnos, y a medida que crece los estímulos de
alrededor (el parque, otros perros, olores..) se vuelven más fuertes
y es por eso por lo que el perro quiere llevar el ritmo y acaba
estirando de la correa. Si desde pequeño le enseñamos a seguir
nuestro ritmo y junto a nosotros, tendremos la batalla ganada. Es
importante que le enseñemos dentro de casa, donde no tiene tantas
distracciones. Ponerle el collar un rato antes de salir,
posteriormente la correa para que se familiarice y después iniciar
los paseos por dentro de casa reforzando su buen comportamiento con
caricias, chuches y buenas palabras, es el truco infalibre.
Si el perro ya es adulto,
la cosa se complica pero no es imposible, una sesión de
adiestramiento puede valer para corregir los estiramientos, pero es
la voluntad del propietario y su constancia la que provocará el
cambio. Un método sería intentar llevarlo junto a nosotros y si no
estira reforzarlo con caricias y chuches. La segunda es la
utilización del collar Halti (lo puedes ver en mi canal
mimomimascota de Youtube) que se coloca que el hocico y su misión es
evitar los tirones mediante el giro de la cabeza, aunque siempre
tratará de quitárselo, por lo que tendremos que reforzar con
premios su colocación. Y el tercero, al arnés antiestirones, que
lleva el enganche en el pecho del perro, a diferencia del normal que
lo lleva en el lomo. Es importante recordar que en los tres casos el
perro debe pasear a la izquierda del propietario en paralelo, nunca
delante.
Puedes ver ejemplos y
trucos de adiestramiento en www.mimomimascota.com
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