Melchor en una protesta contra la planta de Algímia. FOTO PACO BONO
Agustí Melchor es concejal en el Ayuntamiento de Torres Torres por
el Partido Popular desde 1995, formación con la que alcanzaría la alcaldía en
1999, tras cuatro años en la oposición. A sus casi 70 años, los cumplirá el
próximo mes de junio, Melchor abandonará la alcaldía y el Ayuntamiento, al que
llegó casi de casualidad, tras las elecciones del 22 de mayo, a las que no
concurrirá como candidato.
El munícipe recuerda que su destino en Torres Torres fue casi una
casualidad, “yo vivía y trabajaba en Valencia, donde estaba en la Comisión de Educación del
Partido Popular, cuando desde mi partido me propusieron la posibilidad de
que regresara a Torres Torres para ‘organizar’ el PP”, al respecto de lo cual
puntualiza, “mi idea no era en absoluto ser alcalde, pero al final me tocó
encabezar la candidatura en 1995 y nos quedamos a tan sólo catorce votos de
ganar las elecciones”.
Con la perspectiva de estos dieciséis años, Agustí Melchor
reconoce que se quedó en Torres Torres “muy agusto, trabajando por mi pueblo,
por lo que no me arrepiento en absoluto de la decisión que tomé”. Además,
Melchor se siente muy orgulloso de esa primera etapa de cuatro años en la
oposición, “me sirvieron para conocer la institución desde dentro y desde la
oposición. Se puede decir que fueron unas prácticas como concejal”, apostila el
dirigente popular.
Sin embargo, Melchor tan sólo estuvo cuatro años en la oposición,
“el pueblo necesitaba que se trabajara por él y ésa era nuestra intención”.
Así, apunta cómo Torres Torres ha pasado de ser un pueblo conocido por
camioneros y conductores en gran parte de España por la carretera que lo
atravesaba y que hacía que su paso por la localidad fuera un suplicio, a ser
conocido “por sus monumentos a nivel de la Comunitat Valenciana”,
apostilla el primer edil.
Defensa de su pueblo
Pese a su afiliación al Partido Popular, en el que ha trabajado
muchos años en su Comisión de Educación, “no en vano, soy maestro de
profesión”, Agustí Melchor confiesa que “siempre he tenido muy claro que lo
primero para mí es Torres Torres y si he tenido que oponerme a mi partido en
alguna ocasión por alguna cuestión que afectaba a mi pueblo, así lo he hecho”.
Un ejemplo de ello es cuando se empezaron a redactar los planes
zonales en los que se contemplaba la opción de Algímia de Alfara para acoger
una planta de tratamiento de residuos y un vertedero, como finalmente sucedió.
Entonces, Melchor encabezó, junto a los vecinos de la urbanización de El
Tochar, la oposición a este proyecto, que podía afectar a vecinos de su
municipio.
Por aquél entonces, el alcalde llegó a amenazar con abandonar su
militancia en el Partido Popular, “la planta de tratamiento fue, sin lugar a
dudas, un punto de fricción”, y todavía, recuerda Melchor, se mantienen
vigilantes al respecto, “hay una comisión que compartimos con los vecinos de
El Tochar y seguimos trabajando para evitar las molestias que ocasiona una
instalación de estas características, como son las malos oleres”.
Luchas
El mandatario popular recuerda de forma diferente dos luchas que
ha mantenido en estos doce en los que ha ocupado la alcaldía. La primera de
ellas, los Baños Árabes, que recientemente se ha completado su recuperación y
ya son visitables, “eran una escombrera y ha sido una lucha personal que he
mantenido con la conselleria prácticamente desde que accedí a la alcaldía. Es
más, ahora incluso estoy actuando de guía para quienes los visitan”.
Otra batalla que ha mantenido Melchor en los últimos tiempos,
ésta sin tanto éxito, ha sido la restauración del Castillo, “hemos hecho todas
las gestiones que estaban a nuestro alcance y me he reunido con todos los
directores generales de Patrimonio de la conselleria, pero todavía está
pendiente. Desde luego, es necesaria una intervención para ponerlo en valor y
evitar que se caiga, al menos la torre del homenaje”. Para empezar, se han
adecuado dos plazas para que el entorno no esté también abandonado y el próximo
paso será lograr su iluminación.
En cuanto a su experiencia personal, Melchor reconoce que los
problemas con los vecinos “son inevitables”, porque a veces “se cometen equivocaciones
y perjudicamos a alguien de forma involuntaria, pero lo que está claro es que
las cosas positivas superan con creces a las negativas”, al tiempo que
puntualiza, “a nivel personal he de decir que estoy muy satisfecho de estos
dieciséis años”.
Por último, estos años también le
han servido para hacer una buena amistad con otros alcaldes de la Baronía, como Filibert
Prats o Juan Arnal, “al final, tenemos una relación más personal que pòlítica”.
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