Paella gigante de las fiestas de Mislata. EPDA Mislata
cerró una nueva edición de sus fiestas. Como viene ocurriendo desde
hace unos años, cuando el Ayuntamiento decidió crear la feria de la
plaza Mayor, las fiestas han vuelto a superarse una vez más en
capacidad organizativa y, sobre todo, en participación. Por eso las
de este año vuelven a ser, a la espera de las próximas, las más
multitudinarias.
La
afluencia de público a la feria el pasado fin de semana fue
espectacular, especialmente durante las noches del viernes y del
sábado, en las que las actuaciones musicales y en especial la
orquesta Montecarlo reunieron a miles de personas frente al escenario
de la plaza Mayor. Pero además de música, los mislateros y
mislateras y los muchos visitantes recibidos este pasado fin de
semana también pudieron disfrutar de otros atractivos, como los
actos pirotécnicos.
Las
fiestas de Mislata no podrían entenderse sin la pólvora y las citas
pirotécnicas se viven siempre con especial pasión en la ciudad. Los
amantes de la pólvora disfrutaron de lo lindo durante la noche del
sábado, primero con el correfoc de Els Dimonis de Mislata
y después con una mascletà nocturno que inundó de ruido y color la
plaza Mayor.
La
jornada final de las fiestas se vivió el domingo con una matinal
infantil en la que no faltaron los juegos acuáticos, hinchables y
una fiesta de la espuma, y la tradicional paella gigante de los
clavarios del Cristo. La
cocinan desde el año 1982, primero en la plaza Constitución y desde
hace cuatro años en la plaza Mayor, como una actividad más de las
fiestas populares. Los clavarios del Cristo demuestran que son unos
maestros en el arte de cocinar paellas gigantes y este año volvieron
a maravillar al numeroso público al cocinar más de tres mil
raciones en un mismo recipiente.
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